El presidente boliviano, Evo Morales, descartó este sábado cualquier "negociación política" con la oposición, que cuestiona los resultados de su victoria electoral y ejerce presión en las calles para forzar un balotaje a pesar de que el tribunal declaró vencedor al mandatario.

"Quiero decirles: aquí no hay negociación política, aquí se respeta la Constitución y al partido que ha ganado en las últimas elecciones nacionales. Quiero que (eso) sepa la derecha boliviana", dijo el gobernante en tono desafiante en un acto público cumplido este sábado en Cochabamba (centro).

El anuncio llega después de unas declaraciones del centrista Carlos Mesa, su rival en los comicios del domingo, que dijo "rechazar y desconocer el cierre del cómputo nacional de las elecciones generales" por ser éste "el resultado del fraude y el incumplimiento de la voluntad popular".

Horas antes el mandatario había desafiado en un acto público a los gobiernos de Argentina, Brasil y Colombia a participar en la auditoría de los comicios y demostrar el supuesto fraude que se le atribuye.

"Si hay fraude, al día siguiente convocamos a la segunda vuelta", señaló el político boliviano en un acto cumplido en Chimoré (Cochabamba, centro) donde participó en el aniversario de la creación de una fuerza militar-policial antidroga.

"Invito a los cancilleres (a la revisión de los votos). Yo los voy a acompañar a revisar voto por voto, acta por acta, municipio por municipio", agregó poco después.

Morales, que este sábado cumple 60 años, defendió su triunfo electoral, confirmado por el Tribunal Electoral (TSE) de Bolivia, aunque en el país continúan las protestas que lo cuestionan y exigen una segunda vuelta con el candidato opositor Carlos Mesa.

"No ocultamos, no mentimos. Menos pensar en fraude, y tampoco presentan pruebas. Todo es mentira y mentira", enfatizó Morales, que tiene previsto celebrar el lunes su cuestionada victoria con su militancia en La Paz.

La misión de observación electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) recomendó una segunda vuelta como la "mejor opción" para dirimir la reñida contienda electoral boliviana.

La Unión Europea, Estados Unidos, Argentina, Brasil y Colombia se sumaron a ese pedido a fin de despejar dudas sobre la transparencia del proceso electoral boliviano. Solo Cuba, México, Nicaragua y Venezuela felicitaron a Morales por su victoria.