Familiares y vecinos ayudaron a recoger los escombros tras el deslave. / Francisco Valle


Diego Leonel, de 9 años, falleció y dos de sus tíos quedaron gravemente lesionados, luego del deslizamiento de tierra generado por las fuertes lluvias que afectaron el territorio salvadoreño este fin de semana, debido a la tormenta Amanda.

La vivienda en la que vivía Diego Leonel estaba ubicada al pie de un paredón de unos 25 metros de altura, a un costado de la línea ferrrea.

La tragedia ocurrió en la calle Veracruz de la colonia San Pedro, del municipio de Ciudad Delgado, departamento de San Salvador.

Carlos Mauricio Martínez sobrevivió. “El primer paredón se vino como a las 6:00 de la mañana. Estábamos rescatando a mi cuñada, a sus tres hijos y a su esposo, cuando se vino el segundo paredón y nos dejó atrapados, prácticamente ya no podíamos hacer nada”, relató Martínez, quien quedó con heridas leves en sus rostros, manos y pies.

Ese segundo paredón impactó en el cuarto en donde dormía su sobrino.

“Quedó bien atrapado y nos costó sacarlo, rompimos la pared para sacar al niño, pero el niño ya había fallecido, nosotros por milagro del señor Dios es que salimos vivos. Yo solo quedé con lesiones leves”, explicó Martínez.

Varias viviendas están ubicadas debajo de un paredón. / F.V.


“Quedamos como seis lesionados por los deslizamientos de tierra, todos somos del mismo grupo familiar. Dos están en el hospital gravemente lesionados, y los otros cuatro tenemos lesiones que no son graves y nos quedamos aquí en la casa quitando los escombros”, contó Martínez.

“Es una situación bien complicada la que estamos viviendo, nunca nos imaginamos que eso iba a pasar y que Diego muriera de esa forma”, relató.

A las 11:30 de la mañana llegó el personal del Instituto de Medicina Legal para reconocer el cuerpo de Diego Leonel. Los familiares del menor de edad fallecido pidieron que la alcaldía municipal les done víveres y materiales, para la reconstrucción de la vivienda, porque quedó destruida por el deslave de tierra.

En el país, la mayoría de zonas de riesgo se concentran en San Salvador. En la capital, hay unas 200 comunidades cuyas familias habitan en vulnerabilidad, como Nuevo Israel, La Málaga, Las Palmas, la comunidad El Cañito, Tutunichapa, entre otras.