El enfrentamiento ocurrió en la zona oriental. / Rosa Fuentes


Un enfrentamiento entre policías y miembros de la Mara Salvatrucha ocurrido ayer a eso de las 8:30 de la mañana entre los municipios de Guatajiagua, Morazán, y Chapeltique, San Miguel, dejó dos pandilleros muertos.

Un informe policial detalla que la estructura de la MS-13 había instalado un campamento que fue descubierto en un patrullaje preventivo que realizaban agentes de la Sección Táctica Operativa (STO) y la Policía Rural.

Los policías, al percatarse de la presencia de los sospechosos, les hicieron señal de alto con el fin de someterlos a registros, pero no acataron la orden de los agentes y les comenzaron a disparar, generándose una balacera. Tras el intercambio, los pandilleros comenzaron a huir por los cerros ubicados en los caseríos San Bartolo y Singaltique, algunos iban con heridas de bala y murieron por la gravedad de las mismas.

Los equipos de la PNC que minutos antes se habían enfrentado a la estructura delictiva comenzaron a rastrear la zona para ubicarlos y detenerlos. Fue de esa forma que dieron con los dos fallecidos quienes estaban separados varios metros cada uno.

En el lugar donde habían montado el campamento las autoridades hallaron dos fusiles AK-47, una pistola, una cocina, cinco hamacas y otros implementos de primera necesidad.

En otros hechos ocurridos ayer, la oficina Fiscal de Zacatecoluca, La Paz, reportó el homicidio de un hombre, quien fue atacado con arma blanca en la Hacienda Tihuilocoyo, ubicada en el Cantón Las Guarumas, a las orillas del río Comapa, de Santiago Nonualco.

Además, la Policía informó sobre el homicidio de Rafael Fernando Cortez Marcial, de 33 años, en la intercepción de la 15a. y 17a. Calle Poniente de San Salvador. Testigos dijeron a las autoridades policiales que la víctima estuvo discutiendo con otro hombre, quien le disparó dos veces en el rostro. Tras el hecho, el homicida se fue tranquilamente del lugar. Al ser consultados, los vecinos de la zona informaron que ni la víctima, ni tampoco el agresor residían en el lugar, que nadie los conocía.