Cualquiera podría pensar que las mujeres ocupan la mitad de los cargos de liderazgo en el Estado. No es así: una de cada tres es una mujer.

Un total de 34.76 % de personas lideran las principales instituciones de los poderes Ejecutivo, Legislativo, Judicial, las instituciones contraloras y descentralizadas son mujeres, frente al 65.24 % de hombres.

En otras palabras, de un total de 164 funcionarios que lideran las instituciones públicas, solo 57 son mujeres.

El desbalance prevalece pese a que la distribución en la población de empleados públicos resulta ser más pareja: un 49.2 % de hombres y 50.8 % de mujeres.

En el Poder Ejecutivo, sumando las secretarías y las principales autónomas, hay un dominio del 62.5 % de hombres y 37.5 % mujeres, la mayoría ubicada en ministerios.

En las instituciones de control, hay 13 hombres y 13 mujeres; y en la Corte Suprema de Justicia, son 10 magistrados y cinco magistradas.

En el Órgano Legislativo, hay solo 26 mujeres diputadas propietarias pero hay 48 legisladoras suplentes.

En el poder legislativo las mujeres llegan a participar en un 44 % pero cuando se trata de candidaturas propietarias apenas llegan al 30.9 %.