LeBron James, el número 23 de los Lakers de Los Ángeles, dispara la pelota contra los Milwaukee Bucks / AFP


De 1961 a 2013, los Lakers solo se habían perdido los playoffs en cuatro ocasiones. Desde entonces, y salvo milagro de última hora, los angelinos cumplirán este año su sexta postemporada sin disputar las eliminatorias por el título y ni siquiera LeBron James ha sido capaz de encauzar una franquicia a la deriva.

"El Rey" superó a "Su Majestad" Michael Jordan el miércoles como cuarto máximo anotador de la historia de la NBA pero el resto de su equipo no ha estado a la altura en otra campaña aciaga.

Una mala planificación de la plantilla, una lesión de 18 partidos de su mejor jugador y un traspaso frustrado a mitad de campaña hicieron mella en una escuadra hundida, mental y físicamente, que no ha cumplido con las expectativas después de aspirar a todo a principios del verano boreal.

Con la llegada del "Rey" a la Ciudad de las Estrellas, un equipo deprimido en los últimos años parecía sonreír de nuevo. Sus aficionados también. La sequía debía llegar a su fin.

Los Ángeles vive un invierno muy lluvioso pero el agua no ha llegado a la pista. Sin un estilo definido, sin alegría y sin resultados, los Lakers se encuentran undécimos en el Oeste a seis partidos y medio del octavo y último puesto que da acceso a los playoffs, con solo 17 encuentros por disputarse.

Nadie confía ya en su resurrección. Y, sin esperanza, a pesar de contar con el jugador de los milagros, a los angelinos solo les queda esperar a que termine la temporada y soñar con tiempos mejores... como los últimos cinco años.

- El principio del fin -

En la campaña 2012-2013, los Lakers ensamblaron un equipo, a priori, campeón, con el español Pau Gasol, el canadiense Steve Nash, el pívot Dwight Howard y el estelar Kobe Bryant.

Sin embargo, esa escuadra disfuncional nunca llegó a encontrar su sitio ni su estilo y, lejos de luchar por el anillo, su recorrido terminó en la primera ronda ante los San Antonio Spurs luego de que Bryant se rompiera el tendón de Aquiles en uno de los últimos juegos de la temporada regular frente a Golden State Warriors.

Los Lakers cayeron contra los texanos, Kobe nunca volvió a ser el mismo y, con los títulos de 2009 y 2010 aún en la memoria, el equipo se deshizo y con él la postemporada para la segunda franquicia más laureada de la historia. Desde entonces, la nada.

- Juventud al poder -

Bryant nunca terminó de recuperarse y en 2016 decidió decir adiós a una carrera legendaria. Con y sin él, los californianos decidieron que su futuro pasaba por los jóvenes talentos llegados desde el draft y, así, protagonizaron varias de las peores campañas de su historia: 27 victorias y 55 derrotas en 2014, 21-61 en 2015, 17-65 en 2016 y 26-56 en 2017.

Por el camino llegaron Julius Randle, D'Angelo Russell, Brandon Ingram o Lonzo Ball. Tres segundas elecciones que no dieron sus frutos: los dos primeros ya no están en el equipo y los dos últimos a punto estuvieron de abandonar la nave en mitad de temporada rumbo a Nueva Orleans en un traspaso que hubiera enviado a Anthony Davis a Los Ángeles.

Así, el rumbo varió en julio cuando Magic Johnson y Rob Pelinka, presidente y mánager general de la franquicia, reclutaron a LeBron James, dejaron espacio salarial para fichar a otra estrella en la agencia libre y optaron por virar el barco en busca del "star system" que tan buen resultado le dio en el pasado.

- ¿Y ahora? -

Con la llegada de LeBron, nada parecía poder salir mal. Sin embargo, ningún otro All-Star lo acompañó, el equipo se llenó con veteranos rebotados de otras franquicias como Lance Stephenson, Michael Beasley o JaVale McGee y todo se torció. James sufrió la lesión más grave de su carrera, los jóvenes no dieron el salto esperado y los Pelicans ni siquiera se sentaron a negociar por Davis.

Tras el cierre del mercado, la química del equipo se hizo trizas. La mitad de la plantilla había tenido las maletas preparadas para irse y el equipo, hecho con retales, terminó de resquebrajarse.

Así, LeBron está a las puertas de no disputar los playoffs por primera vez desde su segundo año en la liga, en 2005, luego de haber participado en las últimas ocho Finales de forma consecutiva y de haberse embolsado cuatro títulos.

Y, a pesar de todo, el mayor problema para los de púrpura y oro no es el presente sino el futuro. En julio, ninguno de los mejores agentes libres -Kevin Durant, Kyrie Irving, Kawhi Leonard, Klay Thompson Jimmy Butler- parecen interesados en recalar en los Lakers, LeBron James cumplirá 35 años el 30 de diciembre y ya se ha demostrado que un pack con sus mejores jugadores jóvenes no les garantiza otra estrella en un traspaso.

Los Lakers necesitan un salto de calidad importante tras perderse presumiblemente sus sextos playoffs seguidos. Ni un mermado Kobe Bryant ni un recién aterrizado LeBron James han sido capaces de encauzar el rumbo. Y los angelinos necesitan hacerlo y pronto si quieren aprovechar los últimos años de un James que sigue persiguiendo la estela de Michael Jordan.