En El Salvador se ha tenido déficit comercial en los últimos 60 años, las importaciones o compras en el exterior son superiores a las ventas a otros países. En el período 2011/2015, las exportaciones promedio fueron de $5.395 millones, pero las importaciones promedio fueron de $10.355 millones; en el período 2016/2019 las exportaciones promedio fueron de $5.727 millones y las importaciones promedio fueron de $11.061 millones. Las preferencias de los consumidores tienden al aumento de las compras de mercaderías importadas, tomando en cuenta la incidencia de los medios de comunicación de masas, así como la influencia que tienen los familiares que trabajan en el exterior en los patrones de consumo de los miembros que se quedan viviendo en El Salvador; en estas condiciones el déficit comercial tiende a incrementarse.

Este déficit fiscal se ha venido financiando con las remesas que nuestros compatriotas envían desde el exterior, pero tomando en cuenta la forma de comportamiento a largo plazo de los migrantes en cuanto al envío de remesas y las políticas migratorias en los países de destino de los salvadoreños, lo más probable es que esas remesas inicien una tendencia a disminuir.

Las exportaciones de El Salvador son superiores a las de Nicaragua, pero aproximadamente la mitad de las de Costa Rica. El principal destino de las exportaciones salvadoreñas son los EE.UU. (44.1 %) y en segundo lugar Centroamérica (41 %). El sector industrial fue el que más aportó a las exportaciones (97 %). Existen limitaciones para impulsar una política de crecimiento de las exportaciones, porque el 94.4 % de las mismas tiene como destino países con los que se tienen acuerdos comerciales vigentes.

La estrategia de promoción de exportaciones debe centrarse en la industria porque es el sector que más exporta, los empresarios son más visionarios, se ha venido dando un cierto crecimiento de la productividad y genera mayores efectos multiplicadores en la economía.

El Salvador sigue teniendo problemas para aprovechar los acuerdos comerciales vigentes para aumentar las exportaciones y atraer inversión extranjera; tiene tratados comerciales con 43 países, pero sólo a siete de ellos destina el 90 % de las exportaciones. En 10 años el país disminuyó 32 posiciones en el Reporte Global de Competitividad del Foro Económico Mundial. Según el Índice Mundial de Innovación 2018 de la Organización Mundial de Propiedad Intelectual, el país se encuentra en la posición 104 entre 126 economías, con una inversión en software, investigación y desarrollo de solamente el 0.1 % del Producto Interno Bruto. Se debe impulsar una estrategia para la ampliación y diversificación de mercados en otros países, mejorar la tecnología de producción y comercialización, formación de personal calificado, impulsar el incremento de la productividad y disminuir costos de producción.

Para la ampliación y diversificación de mercados en el exterior se debe realizar estudios de factibilidad de mercados específicos para mercaderías que son posibles de producir en el país; capacitar y movilizar a personal de nuestras embajadas y consulados para que inicien contactos iniciales con posibles empresas compradoras y facilitar los contactos con las empresas salvadoreñas; ampliar y facilitar la participación de empresarios salvadoreños en ferias y otras actividades similares en países en donde se pretenda crear nuevos mercados. El mejoramiento tecnológico debe ser impulsado facilitando y financiando parcialmente la asesoría tecnológica de las universidades e institutos tecnológicos a las empresas interesadas, mejorar las exposiciones de maquinaria y software de acuerdo al nivel tecnológico que el país requiere y está en capacidad de alcanzar.

La formación de personal calificado requiere elevar el nivel tecnológico del Instituto Salvadoreño de Formación Profesional (Insaforp), lo que significa financiar estadías y capacitación en el exterior de algunos de los instructores de nivel tecnológico elevado; compra de maquinaria y tecnología moderna para formación y capacitación; programas de formación y capacitación en función de la estrategia de desarrollo tecnológico del sector industrial.

El incremento en la productividad requiere que se adopte una política salarial en función de resultados, organización de grupos de trabajo para la innovación tecnológica. La disminución de los costos de producción es el resultado de los incrementos de la productividad, así como en la disminución de costo de energía eléctrica, así como del transporte terrestre, naviero y aéreo.