Este rodaje se remonta ya con evidencia de investigación periodística desde el año 2008, no es nuevo el rodaje, más parece como se dice en el mundo del cine y la televisión un mal refrito de producción; tanto los protagonistas principales y secundarios mantienen sus papeles protagónicos: los políticos y sus operadores ofreciendo y ofreciéndose a los pandilleros para lograr sus objetivos que son tener acceso al poder, gobernar un país o un municipio, o posiblemente llegar a un cargo de elección popular, y los pandilleros pidiendo, exigiendo, rechazando, los ofrecimientos y sobre todo dejando evidencia por medio de sus grabaciones de dichos ofrecimientos.
¿Hasta dónde han llegado muchos de nuestros políticos que ofrecieron cosas algunas absurdas y otras fuera de la realidad? y los miembros de las estructuras criminales les demostraron que no son aquellos hombres que salen semidesnudos con sus bóxer y tatuados, la gran mayoría sin finalizar primaria y tercer ciclo tuvieron mejor capacidad de negociación que muchos con estudios universitarios y otros títulos rimbombantes; los miembros de las pandillas en cada mini serie les han enseñado y demostrado a parte de nuestra clase política que está en condiciones de aceptar o rechazar “el fuerte” no el débil (los partidos políticos y sus operadores)
Como es usual en los espectadores, las primeras series o temporadas tiene gran audiencia, pero a medida que la trama es la misma, y los actores van cambiando pierde el interés, y si a eso agregamos que cada temporada se inaugura en medio de grandes problemas sociales, económicos y de una grave crisis política donde existe ausencia de diálogo y acuerdos para los grandes problemas estructurales no resueltos en El Salvador toda la serie está destinada al fracaso, a continuar perdiendo audiencia, y ya no captar la atención de sus seguidores y cautivar a nuevos espectadores como lo son el segmento de la juventud.
Qué podría cambiar el final de esta serie y brindarle esa escena que le falta? sin duda, un nuevo actor, que no provenga de los partidos políticos que han negociado, conversado, logrado acuerdos, pactos, que se han llegado a ofrecer con el crimen organizado a cambio de votos para llegar al poder o manejar al poder económico, social o político de El Salvador, cambiando votos por asesinados entre ellos policías, miembros de la Fuerza Armada, custodios de centros penales, agentes de seguridad privada y ciudadanos, pero además entregando grandes cantidades de dinero y otros beneficios, y sobre todo traicionado a su patria El Salvador. Ese actor puede y debe ser, y confío que será el actual Fiscal General de la República Dr. Raúl Melara, quien ya hay evidencia de acusar e iniciar casos en sedes judiciales no en redes sociales, ni en programas de televisión, contra actores políticos que fiscales anteriores no quisieron investigar, y prefirieron solo capturar, y perseguir pandilleros vinculados a delitos de eficacia.
Señor Fiscal General, usted puede cambiar y transformar esta historia, y que esta saga llegue a un “final feliz” y sea recordaba por su éxito en la última serie de producción, y es que todos aquellos, sin ninguna excepción, actores políticos, facilitadores, mediadores y oportunistas que lograron también beneficios de diferentes tipos, sean procesados y se presente prueba técnica pericial, documental, testimonial, referencial, para lograr su condena en los Juzgados Especializados contra el crimen organizado. Es posible gracias a su voluntad política de darle un giro a esta desagradable saga, y que sea recordada como una de las peores producciones de nuestra República, pero con un final donde la FGR finalmente le puso fin a la corrupción y la impunidad.