Elizabeth Warren abandonó la carrera por la Casa Blanca. Foto: AFP


La salida de Elizabeth Warren, la última mujer con chances de ser elegida presidenta de Estados Unidos, deja en manos de tres hombres una carrera hacia la Casa Blanca iniciada con una diversidad récord.

Cuatro años después de la derrota de Hillary Clinton, ¿son las candidatas víctimas del sexismo en Estados Unidos?

"La parte más difícil de esto son todas esas niñas que van a tener que esperar cuatro años más para ver una mujer en la Casa Blanca", dijo Warren, de 70 años, al anunciar su retiro de la carrera por la nominación demócrata el jueves.

Su partida deja solo a una mujer en liza, la congresista Tulsi Gabbard que hasta ahora solo ha logrado pequeños logros en las urnas, y dos hombres de más de setenta años, Joe Biden y Bernie Sanders.

La salida de Warren se explica por no lograr convencer a los votantes, especialmente al no poder encontrar su espacio en el ala más moderada del Partido Demócrata.

"¿Hizo una campaña perfecta? Por supuesto que no", dijo Debbie Walsh, directora del Center for American Women and Politics (CAWP).

"Nadie lo hace. Bernie Sanders no realizó una campaña perfecta y Joe Biden ciertamente no realizó una campaña perfecta. Pero es difícil imaginar que un candidato masculino, con sus habilidades, su inteligencia, su empatía y su conexión con las multitudes" no habrían llegado "mucho más lejos en esta elección" que Warren.

"Esto muestra que en este país, las mujeres aún no están en igualdad de condiciones, que todavía hay sexismo, misoginia" cuando se trata de postularse al cargo político más alto, explicó Walsh a la AFP.

Un sesgo aún más acentuado este año es que los votantes demócratas tienen un gran objetivo en mente: vencer a Donald Trump en noviembre.

Sin embargo "las mujeres y las minorías todavía son percibidas como opciones arriesgadas" para ganar, lamenta Walsh.

Por los hombres, pero especialmente por las mujeres, según una encuesta de CNN de enero: el 20% de las mujeres encuestadas aseguraron que una mujer no podía ganar la Casa Blanca, frente al 9% de los hombres.