Leonardo Bonilla, diputado no partidario


Leonardo Bonilla, el primer diputado no partidario en la historia de la Asamblea Legislativa, ofrece una visión de los hechos que ocurrieron el domingo 9 de febrero, conocido como 9F, en la Asamblea Legislativa, cuando el presidente de la República, Nayib Bukele ingresó al recinto legislativo y al Salón Azul luego de la entrada de soldados élites. Él describe esos hechos como “trágicos, lamentables y graves” y cree que marcan un “retroceso en los avances democráticos que El Salvador había alcanzado con la firma de los Acuerdos de Paz”. Cree que hubo algunas vulneraciones constitucionales y pide que el fiscal general, Raúl Melara, lo cite en sede fiscal para contar su versión de los hechos.

 

¿Cómo evalúa los hechos del 9F cuando el Presidente de la República ingresó con militares a la Asamblea Legisltiva?

Los sucesos del 9F son trágicos, lamentables, graves, aberrantes y todos los calificativos posibles. Hablar así del 9F me ha traído críticas del Gobierno y de medios afines al Gobierno que afectan de alguna manera mi imagen, pero yo creo que no podemos minimizar lo que ha sucedido el 9F. Se le ha querido hacer pensar a la gente que no pasó a más, que no se golpeó a nadie, o qué tiene de malo que entraron los soldados a la Asamblea Legislativa o al pleno; se ha tratado de minimizar.

Los sucesos del 9 F tienen un significado peligroso que en la historia lo hemos advertido. Lo que sucedió el 9F no solo implica la irrupción de militares en el pleno legislativo, sino lo que pudo haberse dado tres, cuatro segundos después si Dios no le hubiera hablado al presidente. Ahí lo único que faltaba, porque no se dio a más, era que entraran 84 personas diferentes y el poder legislativo pudiera ser cooptado por el Ejecutivo. Ahí hubiera habido un rompimiento del orden constitucional. Se ha tratado de minimizar el hecho, la misma comunidad internacional hizo contundentes pronunciamientos únanimes al respecto; la sociedad civil organizada, las gremiales, las oenegés y aquí no había tintes de derecha o de izquierda, o partidarios, había pronunciamientos institucionales unánimes en contra de lo que había sucedido. No hay que olvidar eso que sucedió. No debe minimizarse el 9F, para garantizar que no se repita.

 

¿Cree que hubo delitos ese 9F?

No me he adentrado mucho al análisis de la posible comisión de delitos, tal vez sí sobre vulneraciones a normas constitucionales como el mismo artículo 87, 86. Uno habla sobre el derecho a la insurrección; no dice que es un funcionario el que tiene el derecho a llamar a la insurrección, sino que es el pueblo. El mismo 86 llama al Presidente de la República a buscar la armonía social y, por el contrario, el Presidente en algún momento hizo un llamado y fuertes declaraciones en contra de los diputados.

Se estaba vulnerando el artículo 167 que fue el citado por el presidente de la República, para convocar a la Asamblea Legislativa sobre otras alternativas de solución que no necesariamente sean el llamado a la población. Hay otros artículos que pudieron ser vulnerados. Sobre la comisión de delitos habría que analizar una propuesta del FMLN que hablaba sobre la sedición o apología del delito cometido por ciudadanos o funcionarios; pero no podría dar un análisis sobre comisión de delitos que pudieran haberse dado.

 

¿Qué cree que frenó que se disolviera lo que se prevía en el 9F?

Más allá que haya sido una llamda telefónica de un funcionario de alto nivel, quisiera creer que el Presidente de la República dimensionó la gravedad de lo que podía suceder y esto le permitió reflexionar.

 

¿Respalda la decisión de interpelar al ministro de la Defensa Nacional?

Tengo una opinión dividida. La decisión es legal, la Asamblea tiene las facultades. El problema es de tal envergadura que amerita una interpelación. El problema es cómo esta Asamblea Legislativa ha venido actuando con respecto a los provocamientos del Ejecutivo y aquí lo que hay es un enfrentamiento entre órganos y ha tenido parte de culpa el Ejecutivo y el Legislativo. No debería ser esto justificativo de lo que sucedió el 9 de febrero; pero en nada abona la Asamblea Legislativa en tomar estas acciones como la interpelación. Difiero que la interpelación haya sido el principal mecanismo para ser tomado en cuenta; pudo haberse convocado primero una comisión especial y, dependiendo de los resultados de esta comisión o la comparencia del funcionario, decidir la interpelación. Esto se está politizando, se está en campaña y el Presidente de la República está buscando mayoría en el Congreso y los partidos están tratando de constituirse como una sola oposición y buscar el rédito electoral.

 

El fiscal general está llamando a los diputados para que declaren sobre los hechos del 9F, ¿usted ya fue citado?

No, lamentablemente en el momento que el fiscal visitó a representantes de grupos parlamentarios para recibir la denuncia y conocer qué es lo que había sucedido en su momento, no me puse a disposición.Pero, a través de un tuit, le pedí que me pudiera convocar, para dar mi versión de los hechos. Entiendo que el fiscal ya ha dado declaraciones y oí que dijo que ninguno de los diputados que habían comparecido, entiendo que son más de 18, había dicho que vio algo anormal ese día. Yo lamento, que si eso es cierto, que los diputados no hayan reconocido esto. Lamento mucho que muchos diputados, entre ellos los de Gana, que son partido de Gobierno, estén tratando de minimizar la situación, y esto con intereses electorales, para no ver perjudicada su reelección ni ser criticados en redes sociales, cuando lo que ocurrió el 9 de febrero es un atropello, un retroceso que puede afectar en el futuro a la República de El Salvador al sistema democrático y a nuestro sistema político.

 

Usted dijo al fiscal, en redes sociales, que usted sí vio vio algo anormal ese domingo, ¿qué fue lo anormal?

Me extraña que diputados realmente hayan dicho eso, porque para mí no es normal que fuerzas del orden público puedan ingresar al seno de la Asamblea y, peor aún, no es normal que esto sea por orden del Presidente de la República, que nada tiene que ver en sus atribuciones constitucionales principales con el órgano Legislativo. Para mí eso es algo que es totalmente anormal y muy preocupante; no sé por qué otros diputados, si es cierto lo que dice el fiscal, dicen que no hubo nada anormal.