La construcción de la central hidroeléctrica El Chaparral avanzó en un 20 % en el último año. El dato fue confirmado hoy por la presidencia de la República, tras una visita al proyecto en el municipio de San Luis de la Reina, al norte del departamento de San Miguel.

La obra civil se retrasaría un mes debido a las limitantes que provocó la cuarentena por la pandemia para prevenir los contagios del covid-19, los que disminuyeron la actividad, pero que no paralizaron las obras. Sin embargo, hoy no se destacó sobre fecha de entrega.

El presidente Nayib Bukele criticó a las gestiones anteriores por el manejo del proyecto el cual se comenzó a construir en 2008 y que ha sido salpicado por escándalos de corrupción que han disparado el costo del proyecto energético en más de $500 millones de lo presupuestado inicialmente. “En 11 años, los tres gobiernos anteriores habían cumplido solo el 10% de las promesas cumplidas a las comunidades; a ese paso, se iban a tardar 90 años en cumplirle a esta gente (...) Este proyecto pasó de ser un monumento a la corrupción, a ser un monumento a la eficiencia”, dijo.



El mandatario recordó que al inicio de su gestión sugirió a la Comisión Hidroeléctrica Ejecutiva del Rio Lempa (Cel) que dinamitaran la obra, pero que el Banco Centroamericano de Integración Económica les recomendó contratar a un auditor y continuáramos con el proyecto por lo que ya se había invertido. “La auditoría nos dijo lo que ya sabíamos: este proyecto ha sido un robo descomunal de los gobiernos anteriores, pero debíamos continuarlo”, enfatizó.

El presidente de la Cel, Daniel Álvarez, explicó que la audotiría técnica estuvo a cargo de la firma canadiense Hatch, la que confirmó que el proyecto adolecía de improvisacipin, falta de planificación y que ademas sugirió seguir con la obra por el alto costo que significaría no continuarla.



“Al llegar, solicitamos una auditoría forense por una empresa canadiense; nos recomendaron no parar la obra, ya que el país había gastado $507 millones. Debíamos ser más eficientes en la obra y es lo que hemos hecho (...) Era un desorden y un caos. Teníamos a las comunidades molestas por las promesas incumplidas, tierras sin adquirir", agregó Álvarez.

Bukele añadió que el Estado salvadoreño se ha convertido en querellante en este proyecto y que pretendern recuerar robado y que tanto la Fiscalía como la CICIES están investigando las anomalías en el caso las cuales el mandatario tildó de "robo".



De las irregularidades destaca el pago de $108 millones a la constructora italiana Asataldi, a través deun arreglo directo para dar por finalizado el contrato que se había entregado en la modalidad "llave en mano" es decir que contaba con la responsabilidad de ejecutar el disño y construcción del proyecto. A cinco años del inicio de las obras Astaldi adujo que había fallas geológicas en la zona no contempladas inicialmente.



Inversión para el desarrollo de la zona

Bukele anunció que el Ejecutivo ha destinado un fondo de $20 millones para impulsar el desarrollo de la zona una ves se haya terminado la obra.

"Esta será una zona turística una vez terminada, vamos a generar empleos y vamos a dinamizar la economía para los habitantes de la zona", puntualizó.

Asimismo, se ha proyectado construir dos clínicas comunitarias, una en Carolina y la otra en Villa San Antonio, en coordinación con el Ministerio de Salud.