Federico Bonaglia, de la OCDE, participó en el foro organizado por Fusades. / Fátima Muñoz


Fortalecer las finanzas públicas y generar empleo digno son los retos que enfrenta El Salvador para alcanzar el desarrollo y el crecimiento económico, de acuerdo con representantes del Centro de Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Desde el pasado 13 de febrero, El Salvador es miembro oficial del Centro de Desarrollo de la OCDE, una plataforma que apoya a los países en desarrollo y economías emergentes a encontrar políticas innovadoras que les permitan lograr un crecimiento económico sostenible, reducir la pobreza y la inequidad.

La Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) organizó este lunes un foro junto a representantes de la OCDE, economistas y representantes del Gobierno actual y saliente, para discutir las oportunidades que representa el ingreso del país al Centro de Desarrollo.

Con la adhesión del país a esta plataforma -compuesta por 54 naciones miembro-, especialistas de la institución alistan el camino para elaborar un Estudio Multidimensional de País y crear una agenda reformista a la medida del país, explicó Ángel Gurría, secretario general de la organización.

“En este momento es pronto decir cuáles serán las reformas más urgentes, pero hay retos que son clave y uno de ellos es el empleo digno para los jóvenes”, consideró Federico Bonaglia, subdirector del Centro de Desarrollo de la OCDE.

La Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) de 2017, de la Dirección General de Estadísticas y Censos (Digestyc), estimó que el 26 % de jóvenes entre los 15 y 24 años no estudian ni trabajan en el país. “Hay un cambio en la representación de jóvenes ninis en los últimos 10 años, pero en El Salvador es un desafío importante promover el empleo digno y la formalización de la economía”, añadió.

 

Digitalización

Para el experto, el próximo reto es la transformación productiva y la digitalización. “No se pueden crear empleos si no se transforma la estructura productiva salvadoreña; y de aquí, cómo hacerlo en un marco donde tenemos diferentes perspectivas, sin acuerdos”, agregó.

La baja recaudación tributaria y el pago de altos intereses en la deuda pública también son alarmantes. “La pregunta que debe responder el país es, cómo va a financiar el desarrollo con estas cifras”, agregó.

En 2018, la deuda pública del país superó el 70 % del Producto Interno Bruto (PIB).

 

Nuevo gobierno respalda adhesión

Otto Rodríguez, funcionario del Banco Central de Reserva (BCR) y delegado económico del presidente electo Nayib Bukele, aseguró que el ingreso de El Salvador al Centro de Desarrollo de la OCDE representa “un buen paso” y reconoce que los retos para la administración entrante “son grandes”.

“Hay que superar esta etapa de crecimiento baja y la poca generación de empleo (...) hay desafíos que pueden condicionar los objetivos que tenemos, como la sostenibilidad fiscal, a la que hay que ponerle mucha atención”, agregó.

De acuerdo con Ibrahim Bukele, designado para escoger a los miembros del Gabinete Económico de la próxima administración, entrar al centro de desarrollo “es una buena oportunidad” y “siempre que las políticas beneficien a la población, el presidente (electo) estará dispuesto a discutirlas y adoptarlas”.