Octubre ha superado a septiembre en la cifra de fallecimientos por la pandemia de coronavirus, a casi una semana de culminar el mes. Ha sido un mes difícil en cuanto al covid, con promedios diarios de 17 decesos, según las cifras oficiales.

Un reconocido infectólogo decía recientemente que muchos de sus pacientes reconocían haber estado en aglomeraciones o eventos muy concurridos en los días previos a que aparecieran sus síntomas. Y es que ese es parte del problema. Las cifras de octubre son el reflejo de que nos estamos descuidando. Ir a gritar a un estadio o ir a disfrutar en un bar puede ser el detonante para infectarse y contagiar a personas cercanas, quizás con mayor riesgo que uno mismo.

Si a eso sumamos que pareciera que hay un estancamiento en la vacunación, las noticias no son para bajar la guardia. Hay que seguir vacunándose, hay que incentivar a todos a hacerlo porque es la manera más segura de protegerse de un agravamiento de la enfermedad.

El director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, advertía el fin de semana que la pandemia del covid-19 se acabará “cuando todo el mundo decida acabar con ella”, ya que actualmente disponemos de “todas las herramientas” necesarias para combatir el virus. Pero recordó que “con cerca de 50.000 muertos semanales” en el mundo, “la pandemia está lejos de haberse acabado”.

Esa es la realidad. Las herramientas las tenemos: la prevención y la vacunación. Pero si la población sigue actuando como si no pasara nada, las consecuencias seguirán siendo fatales y a finales de noviembre estaremos lamentando que las cifras serán peores que las de octubre. Así de trágico.