El FMLN y varias organizaciones afines han vuelto esta semana con su trasnochado discurso de nacionalizar las pensiones y prácticamente confiscar las AFP, una iniciativa populista que sabemos cómo suele terminar.

Las pensiones no se pueden subir por decreto y los ahorros de los cotizantes no se pueden manosear sin tomar en cuenta todos los análisis técnicos y las implicaciones que tienen precisamente sobre esos ahorros. Hay que recordar que cualquier locura populista no afecta solamente a las Administradoras de Fondos de Pensiones, sino también las cuentas individuales de los trabajadores.

La iniciativa de esta semana pide que se abandone el sistema de capitalización individual y se retome el sistema de reparto, liquidando las administradoras privadas y creando el Instituto Nacional Autónomo de Previsión Social (Inaps), que funcionaría como ente tripartito de mayoría pública. Otro elefante blanco destinado a apropiarse de las pensiones de los trabajadores. Pero no hay almuerzo gratis, también piden que se incremente la cotización mensual del trabajador del 15 % al 16 %. Ese punto de incremento sería costeado solo por el empleador.

Hay que hacer un llamado a la responsabilidad y a la sensatez. Destruir el sistema individual de ahorro de pensiones puede ser una catástrofe.