Según un estudio del Programa de Naciones Unidad para el Desarrollo (PNUD) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) más personas piensan en migrar, pese a que el costo de la travesía es mayor.

El dato se desprende de la investigación “Impacto del covid-19 en hogares con personas migrantes en La Unión, El Salvador” elaborado por las entidades del sistema de las Naciones Unidas, en donde se destaca que la decisión de migrar se percibe como “una salida inminente ante obstáculos complejos como la pobreza, la violencia y la inseguridad”.

El documento publicado este mes reitera que el departamento más oriental del país tiene “una larga historia migratoria” y que sus cifras duplican el promedio nacional (15 %) de hogares que tienen al menos un miembro que reside en el extranjero, mientras que la mitad de ellos recibe remesas.

“En el caso del departamento los factores estructurales que motivan la migración se refuerzan”, dice el informe.

Destaca que para 2019 en La Unión se experimentaba una alta incidencia de pobreza multidimensional (38.6 %) y la mayor tasa de analfabetismo a nivel nacional en su población de 10 años o más (19.9 %).

El estudio también destaca que en el departamento aproximadamente uno de cada tres jóvenes entre 15 a 24 años no estudia ni trabaja.

“Algunos de los factores estructurales que han motivado la migración, desde antes del comienzo de la pandemia de covid-19, han sido los débiles medios de vida y los empleos inestables, los cuales dificultan la recuperación de los hogares en medio de una crisis, por lo cual las personas encuentran en la migración una forma de salir adelante”, añade el informe.

La investigación dice también que muchas de las personas encuestadas tienen la percepción de que en Estados Unidos los empleos son más estables. Además, la brecha entre los niveles salariales genera expectativas que no se pueden igualar localmente.
La pandemia elevó el costo de oportunidad de migrar, pero también agudizó las vulnerabilidades de las familias que estaban en una posición inestable”. Estudio Migratorio elaborado por PNUD y OIM

El estudio del PMA y el OIM también revela que esta situación genera una parajoda, ya que el departamento es un lugar de destino atractivo para inmigrantes de Nicaragua y Honduras.

“Desde 1990 hasta la fecha, El Salvador ha sido un país con mucho dinamismo migratorio de personas provenientes de Nicaragua y Honduras, quienes para 2019 sumaban alrededor de 20,000”, dice el estudio.

 

Impacto entre los inmigrantes.


La pandemia, agrega la fuente, también significó mayores desigualdades para aquellas personas que se encuentran en una posición vulnerable, como las personas inmigrantes en el territorio.

“Durante el periodo de cuarentena domiciliar y cierre de fronteras, las personas inmigrantes provenientes de Nicaragua y Honduras enfrentaron mayores vulnerabilidades, debido a las circunstancias de su viaje, las condiciones de vivienda y trabajo en las que podían encontrarse”, dice.

PNUD y OIM estiman que el 47.2 % de los hogares con personas inmigrantes sufrieron pérdida del empleo o el cierre de empresas y/o negocios, y que el 100 % de los hogares que operan negocios familiares reportó que sus ingresos disminuyeron (80 %) o que no tuvo ingresos (20 %).

 

El dato


El estudio destaca que en el caso de las mujeres, “la violencia es un factor importante para decidir migrar”, en comparación con los motivos reportados en el caso de los hombres.