Francisco recordó a los latinoamericanos que “sufren las consecuencias de situaciones políticas y económicas difíciles”. / AFP


El papa Francisco instó ayer a poner fin a “las injusticias sociales, los abusos y la violencia” en Venezuela y pidió “una solución pacífica y negociada” en Nicaragua.

En su tradicional mensaje del domingo de Pascua, Francisco recordó a los latinoamericanos que “sufren las consecuencias de situaciones políticas y económicas difíciles”.

El Pontífice dijo pensar principalmente en el pueblo de Venezuela, “tantas personas carentes de las condiciones mínimas para llevar una vida digna y segura, debido a una crisis que continúa y se agrava”.

“Que el Señor conceda a quienes tienen responsabilidades políticas trabajar para poner fin a las injusticias sociales, a los abusos y a la violencia, y para tomar medidas concretas que permitan sanar las divisiones y dar a la población la ayuda que necesita”, pidió.

Venezuela se encuentra sumida en una profunda crisis política, económica y humanitaria que se agravó con la autoproclamación en enero del opositor Juan Guaidó como presidente encargado del país días después que el presidente Nicolás Maduro asumiera un segundo mandato.

El papa también tuvo palabras de aliento para el diálogo que se lleva a cabo en Nicaragua para salir de la crisis política, tras un año de protestas antigubernamentales que han dejado al menos 325 muertos en el país.

“Que el Señor resucitado ilumine los esfuerzos que se están realizando en Nicaragua para encontrar lo antes posible una solución pacífica y negociada en beneficio de todos los nicaragüenses”, dijo el papa.

La violencia continuó en Nicaragua durante Semana Santa, la policía nicaragüense dispersó el viernes pasado con bombas de estruendo y gases lacrimógenos a manifestantes que aprovecharon la masiva procesión de la Sangre de Cristo para demandar la salida del presidente Daniel Ortega.

Los opositores se colaron en la procesión religiosa y llegaron hasta el atrio de la catedral de Managua gritando consignas contra el gobierno de Ortega.

Al finalizar la actividad religiosa, los manifestantes se dirigieron a una de las calles adyacentes de la catedral para seguir protestando, pero fueron reprimidos por la policía.

 

Obispo Silvio Báez aboga por una Nicaragua libre

El obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, un crítico con el gobierno de Daniel Ortega que pronto partirá al Vaticano, abogó el Domingo de Resurrección por una Nicaragua libre al cumplirse un año de las protestas antigubernamentales que dejaron más de 300 muertos.

“No permitamos vivir en un sepulcro social, que Nicaragua sea una tierra de hombres y mujeres libres que aman la justicia y la paz”, instó Báez al despedirse de sus feligreses en la iglesia Nuestro Señor de Esquipulas en Managua.

“Que nadie les quite las esperanzas, ni nadie les haga caer en la resignación”, exclamó el obispo auxiliar nicaragüense.