El penal de Ilobasco fue escenario de motines entre reos y pandilleros. / DEM


En los últimos 11días del mes de marzo dejará de funcionar el Centro Preventivo de Cumplimiento de Penas para Mayores que funciona en el municipio de Ilobasco, Cabañas.

El director de Centros Penales, Marco Tulio Lima, dijo ayer que está previsto que su funcionamiento termine a finales de marzo.

En 2017 la comunidad de Ilobasco solicitó al Gobierno central el cierre de esa penitenciaría, porque afecta el turismo y la señal telefónica que mantiene incomunicados a los residentes que habitan en los contornos de ese reclusorio, dado que está ubicado en la entrada de la ciudad del barro.

El cierre fue anunciado recientemente por el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Mauricio Ramírez, en una reunión con lugareños.

“Ya se están haciendo las reubicaciones, se han hecho las clasificaciones y las evaluaciones de parte del consejo criminológico paracentral, para su reubicación”, dijo Lima.

Agregó que los más de 300 internos clasificados como comunes serán reubicados en seis centros penitenciarios, pero no reveló en cuáles.

El director de Centros Penales explicó que a finales de abril sería entregado como instalaciones a la Policía Nacional Civil (PNC). Ramírez dijo la semana pasada que el lugar será usado como subdelegación policial.

La actual administración cerró el penal de Cojutepeque, en Cuscatlán, en 2017, habitado por pandilleros que mantenían en incertidumbre a la población por los amotinamientos y los intentos de escape. Ese penal también estaba ubicado en el centro de la ciudad, cerca de zonas residenciales y centros educativos.