Foto The Wall Street Journal.


El vicepresidente de EEUU, Mike Pence, recorrió este viernes un desbordado centro de detención de migrantes en Texas, cerca de la frontera con México y ahí reconoció que “es muy duro ver a las familias inmersas en esta crisis” migratoria y que las condiciones en el lugar "son inaceptables”.

“Esa es la razón por la que estamos pidiendo que el Congreso provea 4,600 millones de dólares adicionales para apoyar a la Patrulla Fronteriza", dijo Pence al reconocer que no son aceptables las condiciones en centros de detención de migrantes sobrepoblados, según reportes de la cadena Univision.

"La estación de McAllen, donde las celdas están sobrepobladas... debe haber un mensaje claro a cada estadounidense de que el tiempo para la acción es ahora y que el Congreso actúe ya para poner fin al flujo de familias que están viniendo al norte desde América Central", agregó.

Pence visitó con senadores republicanos y el secretario de Seguridad Nacional en funciones los centros de Donna y de la Patrulla Fronteriza en McAllen donde son retenidos familias y adultos, respectivamente, luego de que cruzan la frontera ilegalmente.



"El presidente Trump quería que las cámaras estuvieran aquí para que ustedes pudieran ver de primera mano cómo estaban siendo tratadas las familias", declaró Pence a un grupo de periodistas que lo acompañaron en su visita al centro de detención Donna.

Una publicación de la cadena Telemundo detalla que el vicemandatario interactuó con algunos de los migrantes detenidos, entre ellos varios niños y dos mujeres, una de Venezuela y otra de El Salvador.

Uno de los periodistas del diario The Washington Post que acompañó al vicepresidente reportó que había casi 400 hombres dentro de jaulas enrejadas en la estación fronteriza de McAllen. “El hedor era espantoso”, afirmó el periodista.

El diario añadió que había tantas personas en las jaulas que no todos podían estar acostados, no había colchones ni almohadas y algunos hombres estaban acostados sobre el suelo de concreto.



La mayoría de los hombres no hablaba inglés, pero hubo algunos que exclamaron que llevaban más de 40 días. Su aspecto era desaseado.



“No estoy sorprendido por lo que vi”, dijo Pence en una conferencia de prensa tras salir del centro de McAllen. “Sabía que veríamos un sistema sobrepasado”.

Según despachos de la cadena CNN la visita de Pence a la zona ocurre cuando reportes indican que el gobierno del presidente Donald Trump aceptó permitir que el pediatra Paul Wise, de la Universidad de Stanford, efectúe una investigación independiente sobre las condiciones de salud de los niños migrantes en los centros de detención de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).

En el centro de Donna, Pence también habló con un grupo de niños que veían dibujos animados en una televisión y todos ellos contestaron que sí cuando les preguntó si tenían alimentos y les estaban cuidando, aunque dos negaron con la cabeza cuando les preguntaron si tenían un sitio donde "limpiarse".

Pence insistió en que la solución a este drama es endurecer las leyes migratorias para detener a las redes de "tráfico" de personas que se aprovechan de los migrantes y acusó a los demócratas de exagerar los problemas en los centros de detención.