A Patricia Margarita Arévalo le dieron la peor noticia del mundo el 27 de julio del año pasado, su único hijo, Juan Carlos del Cid Arévalo perdió la vida a causa del covid-19.


Juan Carlos era un estudiante de sexto año de medicina de la Universidad Autónoma de Santa Ana (UNASA), que realizaba sus turnos rotatorios en el Hospital San Juan de Dios, de ese municipio, un joven con sueños de especializarse, un amante de la música y del arte.




“Él amaba mucho la guitarra, él cuando dejaba en sus recesos en sus tiempo libres, él se dedicaba a tocar guitarra, era la música también un sueño, y dentro de su carrera él amaba mucho lo que hacía, él decía: 'mamá yo me voy a especializar más adelante', él tenía muchos sueños, sus ideales, los cuales se quedaron nada más como dicen, en sueños”, lamentó esta madre.



Patricia admite que lo más doloroso de todo es llegar a casa y no escuchar su voz, y solicita de esta manera que preparen con equipo necesario a cada personal de salud porque detrás de ellos hay una familia que “también los esperan con ansias en casa”.


“Que preparen equipos necesarios para que esta gente pueda protegerse porque ellos son persona que están ayudando a otros a salir adelante”, agregó Arévalo.



“No son números, no son estadística, son personas que ofrendaron su vida”


200 personas que forman parte de la primera línea sanitaria fallecieron a causa del covid-19 tras un año de pandemia, Diario El Mundo conversó con familiares de las víctimas que narraron su duelo y compartieron un poco sobre aquellos que dieron su vida por salvar a los demás.