La carretera de Oro es uno de los puntos que considerarán para colocar las cámaras por el abandono de cadáveres. / DEM


El alcalde de Soyapango, Juan Pablo Álvarez, afirmó que su administración planea instalar 400 cámaras de videovigilancia en el municipio y señaló que el proyecto implicaría la creación de una tasa o contribución especial de $0.25.

Actualmente, la alcaldía se encuentra en conversaciones con una empresa americana- con sede en Guatemala- para el proyecto de instalación de cámaras de videovigilancia en diferentes zonas de Soyapango, de acuerdo “a un mapa de calor que provea la Policía Nacional Civil (PNC)”.

“Estamos en una fase de entendimiento, ya casi para elevar al concejo (municipal) la aprobación del proyecto, eso pasaría en mes y medio; es decir, que aproximadamente en septiembre podríamos estar ya con una fase de cobertura de aproximadamente 400 cámaras, con una inversión que podría rondar más o menos los $7 millones”, dijo Álvarez a Diario El Mundo.

El alcalde indicó que el servicio de videovigilancia sería concesionado y señaló que la ejecución del proyecto implicaría la creación de una tasa o contribución especial de $0. 25 centavos, monto que sería recargado al recibo de energía eléctrica, donde la municipalidad cobra los tributos.

El jefe edilicio también adelantó que la carretera de Oro sería uno de los puntos a considerar para la colocación de las cámaras, debido “al problema de abandono de cadáveres que se tiene en esa zona”.

De hecho, indicó que en esa carretera ya se comenzó a colocar alumbrado público solar para mejorar la seguridad y agregó que su administración también pretende cambiar el alumbrado público con el objetivo de optimizar los recursos y poder invertir en más obras.

“Al hacer el cambio de mercurio a Led esperamos tener un ahorro más o menos del 35 % de la factura; en este momento nosotros estamos pagando $135 mil en alumbrado público mensual, entonces se nos va casi un millón 600 mil en el año, esperamos reducirlo a un millón 100 mil”, destacó.

Según Álvarez, sus proyectos están encaminados a la reducción de la violencia. Apuntó que Soyapango era “el segundo municipio más violento de El Salvador y ahora es el cuarto menos violento” gracias al trabajo que se realiza con las escuelas, la iglesia y la PNC.