Momentos en el que la policía detiene a una joven manifestante. / Foto de El Nuevo Diario


Grupos de estudiantes nicaragüenses se manifestaron dispersamente ayer en la capital y otras ciudades a pesar de la prohibición decretada por la policía que dispuso un fuerte despliegue y concluyó con la detención de dos estudiantes y breves choques.

Manifestantes con banderas y globos azul y blanco lograron reunirse en distintos puntos de la ruta, desafiando a la autoridad que desplegó a sus agentes antimotines en la ruta donde se realizaría la movilización.

“La calle no se rinde”, “justicia”, “libertad” coreaban los manifestantes que se refugiaron en edificios de negocios y la Catedral de Managua ubicados sobre la ruta de la marcha, mientras tropas de choque les impedían el paso y en algunos puntos les lanzaron bombas de estruendo y gases lacrimógenos para dispersarlos.

Protestas similares se produjeron en las ciudades de Masaya y Matagalpa, pero no se han reportado incidentes graves. Periodistas de medios locales reportaron que resultaron con lesiones leves por pedradas o balinazos, de los que culpan a policías.

El sacerdote Edwin Román, de la parroquia San Miguel de Masaya, denunció que la policía bloqueó las puertas y los fieles fueron agredidos por turbas al salir del oficio.

La marcha fue convocada por diferentes colectivos de universitarios en ocasión del Día Nacional del Estudiante, que se celebra el 23 de julio, pero la policía anunció en un comunicado que no autorizaba la marcha.

Según las autoridades, la solicitud no cumplía los requisitos de ley y se tachó a sus organizadores de “individuos que dicen ser estudiantes”, atribuyéndoles “antecedentes delictivos”. El dirigente estudiantil, Max Jerez consideró que la actitud del gobierno demuestra “falta de voluntad de respetar los derechos constitucionales” de reunión y movilización de los nicaragüenses.

La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, se pronunció a través de Twitter e instó al gobierno “a asegurar los espacios para que las personas se reúnan pacíficamente y expresen libremente sus opiniones”.