Foto: Juan Carlos Vásquez.


Ocho agentes de la Policía Nacional Civil fueron sentenciados a pasar 45 años de cárcel por el asesinato de un jornalero y tres pandilleros, donde fingieron haber tenido un “intercambio de disparos”, el 8 de febrero de 2016, en Villas de Zaragoza, La Libertad.

Esta tarde, durante tres horas, el Tribunal Primero de Sentencia de Santa Tecla decidió imponer 40 años de cárcel a tres agentes del extinto Grupo de Reacción Policial (GRP) y cinco policías de la Subdelegación de Zaragoza por el hecho. También, absolvió a un inspector que estaba acusado de incumplimiento de deberes, sin embargo, el tribunal concluyó que él si estuvo en el lugar.

Los jueces valoraron que en los peritajes forenses practicados a las víctimas se encontraron tatuajes de pólvora (quemaduras alrededor del orificio de entrada de la bala) que según los especialistas, indica que los disparos fueron hecho de una distancia corta.

El tribunal concluyó que los policías condenados alteraron la escena del homicidio y luego la hicieron parecer un enfrentamiento. Además, recomendaron a la fiscalía investigar a los altos mandos de la policía, por ejemplo, el jefe de la subdelegación de Zaragoza, quien supo del fraude y no hizo nada.

El 8 de febrero del 2016, la corporación registró un enfrentamiento entre los agentes y supuestos pandilleros que asaltaban un vehículo con mercadería. Un cabo habría resultado herido y un supuesto pandillero murió, en ese tiroteo. El mismo día, tras un supuesto operativo de búsqueda, los agentes encontraron a otros sujetos en una vivienda, donde se originó un segundo intercambio donde murieron cuatro personas.

Este es el segundo juicio que se hace en este caso, porque en junio de 2018, el Tribunal Segundo de Sentencia los absolvió argumentando que la Fiscalía no logró individualizar los hechos y había duda en cómo ocurrieron.