Bordadoras. El Sindicato de Trabajadoras de Bordado a Domicilio de El Salvador (Sitrabordo) presentará en julio un anteproyecto de ley que pretende establecer jurídicamente derechos laborales que no reciben hasta hoy.

Irene González, coordinadora del proyecto “Bordando con derechos” de Sitrabordo, aseguró que la propuesta surge ante las “precarias condiciones” de derechos laborales que sufren las mujeres que bordan a mano para maquilas, “necesitan derechos laborales como un salario digno, prestaciones como el seguro social, pensiones, hay compañeras de más de 70 años que siguen bordando, no tienen licencia por maternidad”, detalló.

González comentó que en la elaboración del bordado invierten casi 16 horas diarias según la dificultad. El pago es individual, o sea por cada prenda entregada a la maquila, es decir, que las familias buscan bordar la mayor cantidad de prendas posible para que sea mayor su pago, llegando al punto, de que niñas y niños desde los sietes años aprenden a bordar para ayudar a sus madres. “Para sacar más piezas le dicen a sus hijas. Empiezan a usar la aguja, y tienen que bordar a la luz de las velas en sus casas porque algunos no tienen electricidad”, contó.

Por su parte, Isela Beltrán, secretaria general de Sitrabordo explicó que en el proceso de bordado el pago que reciben es variado, el pago máximo es de $2,25. “Nos pagan cada pieza a $2,00 o $2,25, y nosotros nos preguntamos, ¿Quién podría sobrevivir con $15 o $20 a la semana?”.

Beltrán asegura que se han “cerciorado” que “las prendas son vendidas hasta en $200, mientras a nosotros nos pagan mal”.