En mis dos anteriores artículos referentes al mismo tema del fracaso de los emprendimientos, se mencionaron las causas atribuibles a factores internos a las empresas o a los empresarios, recién incorporadas al mercado.

En esta ocasión, quiero referirme a los factores externos que pueden -y en efecto lo hacen- afectar el desempeño de las empresas, especialmente las de reciente incorporación al mercado. Los factores externos se refieren normalmente a las variables del entorno: el económico, el social, el político y el natural. Algunos autores incluyen el entorno legal, aunque este, siempre es una resultante de las variaciones de otros entornos.

Alan Greenspan, quien fuera el director de la Reserva Federal durante 18 años, dijo en una ocasión que cuando iba en camino a su trabajo, observaba que, si las floristerías estaban con muchos clientes, era signo que la economía estaba creciendo, caso contrario, las cosas no estaban bien. Sin esperar cifras o indicadores económicos, el hombre común es capaz de saber si la economía de El Salvador está mal, igual o mejor, según normalmente preguntan en las encuestas.

El Banco Central de Reserva había publicado, a fines del año 2019, que el PIB iba a alcanzar ese año una tasa del 2.5%; sin embargo, la cifra a este mes de febrero no ha sido confirmada o modificada. Un indicador subjetivo de la situación económica, puede ser tan simple, como la observación de la clientela en sitios turísticos, por ejemplo, la afluencia de vehículos en la Ruta de las Flores, o en la carretera de acceso al Boquerón. Otro más, observar en los grandes centros comerciales, especialmente los fines de semana, si las personas llevan bolsas con compras o van con las manos vacías.

Si la situación de ingresos familiares es buena, habrá más gasto en bienes de consumo y servicios, especialmente los recreativos o de gasto discrecional, caso contrario, las familias se abstienen de gastar o bien lo hacen en la menor medida posible.

Volviendo a las condiciones del entorno y al efecto que puede tener en los emprendimientos, se puede recomendar a quienes tienen planes de establecer su propio negocio, que observen e investiguen sobre la situación económica, particularmente en la rama de actividad en la cual se piensan desarrollar, teniendo en cuenta que los mercados tienen dos variables o características: la dinámica (crecimiento, estancamiento o contracción) y la dimensión, o tamaño del mercado. Para un empresario que esté planeando desarrollar un negocio, es sumamente importante que conozca la situación de la dinámica, porque como se dice en el lenguaje popular, “hay que subirse en la ola” esto es, en una etapa de crecimiento, un emprendimiento puede ser exitoso, no así en una de contracción.

Me atrevería a mencionar que el momento económico actual está entre el estancamiento y la contracción, conclusión derivada de mis observaciones, y de las consultas con empresarios relacionadas con el volumen de sus ventas.

Un deterioro en el crecimiento económico, incide en forma directa y determinante, en el fracaso de algunos emprendimientos, especialmente de aquellas empresas con menor capacidad para sobrevivir el efecto de la crisis.

Aconsejaríamos a quienes están con planes de creación de emprendimientos, tener en consideración el momento que la economía presenta, particularmente en la rama de actividad económica en que se quiere invertir. Debe mencionarse que siempre hay subsectores de la economía que tienen diferente dinámica, y eso debe valorarse cuidadosamente.

A los empresarios que ya están en el proceso de su actividad económica y han experimentado disminuciones en sus ventas, lo aconsejable será revisar sus estrategias y planes, a fin de adaptarse al entorno. La mayor parte de los casos que conozco, tienen dificultades para modificar su enfoque de producción, sobre todo las micro y pequeñas empresas, por la necesaria inversión que los cambios requieren.

Varios economistas en el mundo estamos esperando que fructifiquen los esfuerzos de investigación en la vía de la unificación de la ciencia económica, en las ciencias económicas (Economía, Administración y Finanzas) y en las ciencias sociales.