La adopción del bitcoin junto con otras decisiones de carácter político afectaron negativamente a la cotización de los bonos de El Salvador en el período del 6 al 10 de septiembre.

Los títulos con vencimientos en 2023 experimentaron una caída acumulada del 4.5­%, estos pasaron de $95.37 el lunes 6 a $91.17 el viernes 10. Mientras tanto, los títulos de la emisión para 2035 tuvieron una baja del 5.9­%, tras pasar de $86.30 el lunes a $81.48 el viernes, caídas acentuadas desde el 7 de septiembre cuando entró en vigor la Ley Bitcoin.

La emisión con vencimiento en 2029, en tanto, cerró el viernes con su cuarta jornada de baja y cedió 6.5­%, al pasar de un precio de $92.36 el lunes 6 a terminar en $86.69. Esta colocación se aproxima a su valor más bajo desde octubre de 2020.

Karla Guzmán, economista e investigadora de la Universidad de El Salvador, valora que la razón de la baja es la incertidumbre que se percibe entre los agentes económicos desde los mismos inversionistas (tenedores de bonos), pasando por las empresas hasta llegar a los consumidores.

Además de las decisiones políticas como la depuración de jueces aprobada por los diputados, el aval de la Sala de lo Constitucional para una eventual reelección del presidente Nayib Bukele y de la adopción del bitcoin como moneda de curso legal, de las cuales el mercado sigue atento al desenlace de las negociaciones del país con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que se espera deberían estar listas a más tardar este mes.
Si no se concreta un acuerdo con el FMI, esto sería un punto de más incertidumbre que podría jugar en contra del valor de los bonos”. Karla Guzmán, economista UES

¿Peor escenario?


La baja de la semana pasada ocurre un mes después de que Moody’s Investors Services degradara la calificación de riesgo de la deuda del país desde “B3” a “Caa1”, una categoría para los bonos con “alta especulación” y que en el mercado se conocen como “basura” o que tienen riesgo de caer impago.

“El peor escenario que ya Moody’s -y varias otras instituciones ha mencionado pudiera ser el riesgo de que El Salvador caiga en ‘default’ (impago), es decir que no pueda hacer frente a los pagos de sus deudas con distintos acreedores (sean organismos multilaterales o demás inversionistas)”, explicó a Diario El Mundo Ricardo Rodríguez, analista económico Senior del Central American Business Intelligence (CABI).

Agregó que ya de por si la calificación actual limita mucho las oportunidades de financiamiento de El Salvador y en caso de caer en default, las puertas se cerrarían más.

“La solución sería el acuerdo con el FMI, pero no se ve claridad sobre esas negociaciones y un posible pacto, especialmente ante los cambios constitucionales, la Ley de Bitcoin y otros temas que el FMI no ve con buenos ojos”, reiteró.

Rodríguez cree que, aún cuando se firme el acuerdo, “estaría pendiente ver qué pediría el FMI”. Explicó que en el caso de Costa Rica el pacto incluyó una mezcla de “contención del gasto público y aumento de impuestos”, medidas que por lo general suelen generar inestabilidad social.

”Aprobar aumentos de impuestos en plena recuperación luego del peor golpe económico en más de cuatro décadas puede ser complicado”, dijo.
El peor escenario, que ya Moody’s y varias otras instituciones han mencionado, pudiera ser el riesgo de que El Salvador caiga en ‘default’”. Ricardo Rodríguez, economista del CABI

Para Guzmán, si el pacto con el FMI no se concreta, esto añadiría un punto de más incertidumbre que profundizaría la caída del precio de los bonos.

“Sumado a las recientes declaraciones sobre reformar a la Constitución y otras expectativas que se pueden ir generando por los agentes, en general me atrevo a decir que no se ve un panorama positivo. Mientras no se hagan ajustes en esa dirección, la tendencia de caída de los bonos puede continuar, por ello es necesario que las decisiones que se tomen en materia económica se vayan discutiendo y analizando mejor por las implicaciones que pueden traer al país”, dijo.

La semana pasada, Ramiro Blazquez, estratega de Banc- Trust & Co., dijo a Bloomberg que el “riesgo es puramente político” y que creció después de que la Sala de lo Constitucional validó la reelección presidencial inmediata, algo que cree “aleja aún más el acuerdo del FMI y podría intensificar el conflicto diplomático con EE.UU.”

 

Más riesgo


Mientras el precio de los bonos se deteriora el riesgo del país se dispara. Según el Indicador de Bonos de Mercados Emergentes (EMBI por sus siglas en inglés), este cerró el jueves (última fecha disponible) por encima de los 900 puntos.

Este indicador es calculado por la financiera estadounidense J.P. Morgan y sirve como parámetro para cuando un país quiere emitir nueva deuda, entre más alto esté, signi­fica que la carga de intereses se elevará.

Por ejemplo, si el Gobierno salvadoreño quiere emitir nueva deuda la tasa de interés mínima sería del 9‑%.

El EMBI de El Salvador es por hoy el tercero más alto de América Latina y el Caribe, solo es superado por Venezuela que tiene un riesgo de 3,139 (un 313.96) y Argentina en 1,528 (15.28).

 

El dato


Los bonos comenzaron a caer el martes 7 de septiembre, el mismo día que entró en vigor la Ley Bitcoin. La tendencia se mantuvo hasta el viernes 10 de septiembre.