El grano de café maduro se seca en las plantas porque no se encuentra mano de obra para cortarlo. /Óscar Machón


El Salvador sigue alejándose de la época de oro de la caficultura y en los últimos 28 años redujo el 83 % de su producción, advirtió este martes el gremio de productores.

En las décadas de 1930 y 1940, el café era la principal actividad económica de El Salvador y se fomentó la siembra de nuevas áreas a través de una política crediticia. En 1950 se estimuló la introducción de variedades como Bourbon, de alto porcentaje de calidad, debido a los altos precios.

Para 1975, El Salvador competía en el mercado internacional como el quinto productor mundial y el cuarto exportador con cosechas cercanas a los cinco millones de quintales. La producción se mantuvo por arriba de los tres millones de quintales hasta inicio del 2000 y a partir de ese año comenzó a reducirse hasta llegar niveles históricos.

La Asociación Cafetalera de El Salvador (Acafesal) destacó que la última cosecha de café del ciclo 2019-2020 cerró en 740,100 quintales de café, la segunda más baja de los últimos 40 años y solo es mayor al ciclo cafetalero 2013/2014 cuando la producción cayó a 700,025 debido a un severo brote del hongo de la roya.

Si los resultados de la cosecha 2019-2020 se comparan con el ciclo 1992-1993, cuando El Salvador alcanzó su máxima cosecha de café en hasta 4.3 millones de quintales, el sector redujo su producción en 83 % en los últimos 28 años.

Esta caída es porque en los “últimos 28 años no se dieron políticas públicas de apoyo a la caficultura tales como falta de financiamiento, institucionalidad, nula renovación de cafetales. Entonces, el parque cafetero fue envejeciendo, las plagas y enfermedades fueron minando la productividad”, destacó Omar Flores, presidente de la Acafesal.

El líder de la gremial reitera que, si no se agiliza un plan de rescate, la caficultura colapsaría en los próximos dos años. Los caficultores, aseguró, se encuentran en una crisis profunda que requiere de políticas para renovación del parque cafetero, reestructuras de deuda y transferencia de tecnología.

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No hay cortadores.


El sector caficultor se encuentra en plena corta de café del ciclo 2020-2021, sin embargo, los granos de café maduro se están secando en las plantas porque no se ha podido encontrar cortadores. El presidente de la Acafesal confirmó que “todos estamos viviendo esta situación” que “la mayoría de caficultores estamos cortando café seco y café maduro”.

Si bien el café seco aún puede venderse, Flores explicó que es una pérdida para el productor porque se reduce el peso y la calidad del grano.

Al fondo un caporal de una finca muestra cómo el grano de café maduro se secó en las plantas. Los productores explican que no encuentran mano de obra por la inseguridad. /Óscar Machón


La caficultura es el principal generador de empleos en la zona rural, pero a medida que pierde su producción así también se reducen las oportunidades laborales. Para la cosecha 2018/2019 se generaron 47,756 empleos y en el ciclo 2019/2020 fue de 37,005, es decir, que se disminuyeron 23 % que equivale a cerca de 10,751 colaboradores que no fueron llamados para realizar trabajos de campo o corta.

Julio Amilcar, de la Acafesal en Santa Ana, confirmó que no se encuentra mano de obra porque algunos colaboradores no pueden movilizarse entre zonas por la delincuencia, además que hay fincas con maleza que dificulta la corta.

Al oriente del país, Joaquín Ortiz Ginjaume, presidente de la Acafesal en Usulután, indicó que no ha podido encontrar mano de obra porque la gente alega que está recibiendo remesas.