Los productores de frutas y verduras piden al Gobierno que regule los precios de alimentos importados para que no sean fijados por los importadores.

Héctor Berríos decidió no sembrar chile y tomate este año porque no puede costear el incremento en los insumos agrícolas. Berríos, representante de la Federación de Hortalizas y de Frutas en El Salvador, aseguró que en la misma situación se encuentran varios productores que han dejado de cultivar o redujeron las zonas de siembra ante la escalada de precios.


Al igual que el resto de sectores de la economía, los productores de frutas y verduras resienten incrementos constantes en los últimos cuatro meses en los insumos agrícolas como fertilizantes, abonos, pesticidas o semillas que son hasta 10 % más caros, además del alza en los combustibles.


Ante esto, “la gente está produciendo lo que puede, he visto muchos ingenieros que no están produciendo porque no es rentable los altos costos que se están teniendo en la materia prima y luego el transporte para llevarlo (mercancía) desde la zona de Las Pilas (Chalatenango) a los grandes mercados de la capital”, explicó Berríos.


El vocero de la Federación ejemplificó que, en su caso, antes sembraba tomates, cebollines, chile y pepino, pero debido al alza de los costos solo ha sembrado pepino este año. “No me alcanza, se me elevan los costos y me he tenido que reducir a la producción de un solo rubro”, sumó.


El productor reclamó además el incremento en las importaciones de frutas y verduras donde los intermediarios e importadores fijan los precios para la venta final en La Tiendona o el mercado central, ambos en San Salvador y las principales plazas de distribución para el resto del país.










Las principales regiones de producción de El Salvador se ubican en Zapotitán, La Libertad; Metapán, Santa Ana, y zona alta de Chalatenango. Se producen pipianes, chiles, tomates, cebollas, así como frutas de papaya, marañón, limón, jocote y demás.

Advierten de alzas.


“Nosotros creemos que los costos se van a seguir incrementado por el cierre del año”, advirtió Berríos que recordó que para las festividades de Navidad y fin de año hay una mayor demanda de productos y eso se traduce en alzas en los alimentos como las uvas, manzanas o lechuga.


“Al no haber una regulación de precios adecuada, entonces los grandes importadores son los que fijan los precios en las frutas y es un efecto cascada para el resto. Al no haber un control todo comienza a subir por el cierre de la temporada y allí es donde el productor nacional se ve en problemas para competir”, indicó.


Además del efecto temporada, el Banco Mundial advirtió la semana pasada que los precios (de la energía o el petróleo), a nivel mundial, continuarán en alzas hasta mediados de 2022 y prevé que los productos agrícolas “disminuyan modestamente” el próximo año cuando las condiciones de suministro mejoren y los precios de la energía se estabilicen.




El Salvador importa el 80 % de los alimentos que demanda su población, según el MAG.

Menor afectación en granos básicos.


Un sector menos afectado es el de granos básicos, pero esto se debe a que los productores se preparan para las siembras desde mayo y para esa fecha los insumos agrícolas todavía no estaban tan caros, explicó Luis Treminio, presidente de la Asociación Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (Campo).




Nosotros no hemos dejado de producir porque la mayor parte se hace en los primeros meses del año, cuando todavía logramos comprar relativamente sin el incremento, por eso se continuó con las proyecciones”.
Luis Treminio
Presidente de Campo



Sin embargo, el productor advirtió que, si se mantienen los incrementos en los insumos agrícolas y altos precios de los combustibles, para el siguiente año “vamos a tener que ver si reducimos” las zonas de cultivo.



TRES SECTORES QUE TAMBIÉN RESIENTEN ALZAS


Crisis: la interrupción en la cadena de suministro a nivel mundial afecta a todos los sectores, que ven encarecimientos en sus costos mientras que la población resiente alzas constantes en los alimentos.

Sector lechero: el alto costo en los concentrados (alimento de vacas) empuja a que los productores decidan vender el ganado. Esto ya genera una escasez de leche fresca, según Proleche.

Comida más cara: el pan francés, frutas, tortillas y gas propano son los principales productos que subieron de costos en septiembre pasado, según el índice general de precios al consumidor (IPC).