El 28 de febrero de 2021, las Juntas Receptoras de Votos (JRV) deben contar votos de los candidatos a la Asamblea Legislativa, al Parlamento Centroamericano (Parlacen) y a los concejos municipales. / DEM


El Tribunal Supremo Electoral (TSE) no incluiría entre sus propuestas de reforma una tecnología definida para agilizar el conteo de voto cruzado en cada mesa electoral o Junta Receptora de Votos (JRV) en las elecciones del 28 de febrero de 2021.

Las propuestas mencionadas en la discusión política de las reformas han oscilado entre simplificar el conteo de voto a la JRV o mesa electoral hasta las urnas electrónicas, dispositivos que reciben y cuenta votos.

En septiembre pasado, en reunión con el TSE, la diputada Cristina Cornejo, del FMLN, señaló que el uso de tecnología “requiere una inversión enorme”.

En esa reunión, el diputado Alberto Romero, de Arena, propuso que la JRV solo cuente votos enteros. “Se puede simplificar. Debemos estar claros que es mentira que nos van a dar ese pisto, busquemos la manera de cómo lo simplificamos”, dijo en esa ocasión. La diputada Anabel Belloso, del FMLN, pidió no trastocar el sistema ya que la JRV es la responsable de desarrollar el escrutinio preliminar. Belloso explicó a Diario El Mundo que la JRV es una autoridad que tiene que completar su proceso de escrutinio preliminar.

Selím Alabí, director propietario de la Junta de Vigilancia Electoral (JVE), afirmó a Diario El Mundo que el uso de tecnología para el conteo de votos en las JRV requeriría al menos unos $15 millones.

Alabí hizo una propuesta al TSE: que las JRV únicamente cuenten votos enteros para alcaldes y que, para diputados, las JRV cuenten votos enteros y cantidad de papeletas de voto cruzado; además “votos observados” –nulos o impugnados-.

De esta forma, indicó el director de JVE, el escrutinio no debería llevar más de una hora y el TSE podría transmitir resultados preliminares únicamente con votos enteros para darle a la población un estimado preliminar de cuántos diputados tendría cada partido político.

Luego, propuso que las papeletas con los votos cruzados sean trasladadas con un sistema de seguridad a un centro de escrutinio final, que podría ser departamental, regional o nacional, para que se cuente como parte del escrutinio final que estarían en un máximo de dos días.

“Al hacerlo de esta forma estamos hablando de que miércoles o jueves tendríamos resultados finales”, dijo. El problema de la tecnología en mesa, sostuvo, es que son sistemas no auditables, se tendría capacitar a todo el personal y sería un gasto mayor. Señaló que hay una máxima que dice que la elección puede ser tan cara o tan barata como se quiera hacer.