Reclima involucrará a 50,000 agricultores, casi el 15 % de todos los campesinos familiares en el país. DEM/Archivo

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) inició la recuperación de 17,000 hectáreas de ecosistemas degradados como parte del proyecto de aumento de resiliencia climática en los agroecosistemas del corredor seco de El Salvador (Reclima).


Reclima cuenta con una donación de $35.8 millones del Fondo Verde del Clima (GCF, por sus siglas en inglés), más una contrapartida estatal de $91.8 millones. En total, $127.7 millones, se destinarán para mejorar la adaptabilidad de los agricultores familiares vulnerables al cambio climático.


A dos años que se aprobó -en octubre de 2018-, el proyecto ya comenzó a ejecutarse y contempla la recuperación de 17,000 hectáreas de ecosistemas degradados, así como el aumento de resiliencia en 56,000 hectáreas productivas.











Solo en 2020, los productores agrícolas se enfrentaron a la pandemia y el paso de huracanes que ocasionaron daños en los cultivos.



“El objetivo de la restauración es mejorar los flujos de los servicios ambientales de los ecosistemas, lo que contribuirá a aumentar la producción de las tierras agrícolas, disminuyendo así el impacto del cambio climático”, señaló Diego Recalde, representante de FAO en El Salvador.


El proyecto se ejecutará en 114 municipios situados en el corredor seco de El Salvador, donde se trabajará en mejorar la resiliencia de los medios de vida, el paisaje y los sistemas de producción de familias. Se incorporarán nuevas prácticas productivas y mejorar el acceso de agua de 4,000 familias a través de la captura, almacenamiento y distribución del agua lluvia.



Reunión con diputados electos


La FAO realizó un conversatorio con los diputados electos para el período 2021-2024, en el cual, informó la agencia de Naciones Unidas, se abordaron las oportunidades de cooperación técnica y retos pendientes para garantizar la seguridad alimentaria.




El objetivo de la restauración es mejorar los flujos de los servicios ambientales de los ecosistemas, lo que contribuirá a aumentar la producción”, Diego Recalde, Representante de FAO en El Salvador



Además de los legisladores electos, en la reunión participó Frederick Benítez, comisionado presidencial para el agua, y representantes del Frente Parlamentario Contra el Hambre, una red de diputados de diversos partidos políticos que promueven la seguridad alimentaria en las agendas legislativas.


“Cuando ustedes lo necesiten (se dirige a los diputados), la FAO va estar ahí, lo hemos hecho siempre, sepan que tienen un socio y un aliado en nosotros y en todo el Sistema de Naciones Unidas, que a través de las agencias, fondos y programas va estar trabajando con ustedes”, cita un comunicado enviado por la FAO al representante en El Salvador.


En dicho encuentro, el diputado electo de Nuevas Ideas, Felipe Interiano, señaló que es necesario involucrar a diferentes sectores de la sociedad para sacar adelante a los agricultores. El también electo por Nuevas Ideas, Herbert Rodas, manifestó que “los pequeños agricultores son el motor que alimenta nuestra ciudad”.


A finales de enero pasado, la actual Asamblea Legislativa aprobó con 57 votos una reforma a la Constitución de la República para incluir que “toda persona tiene derecho a una alimentación adecuada” y el Estado salvadoreño está obligado a crear las políticas de seguridad alimentaria y nutricional a través de una ley.











Antes de la pandemia, se estimaba que en el corredor seco de El Salvador vivían 2.2 millones de personas en situación de pobreza y vulnerabilidad climática.



Esta reforma, sin embargo, debe ser ratificada por la nueva legislativa con al menos 56 votos.



Aumento de desastres amenaza alimentos


El aumento de la frecuencia e intensidad de los desastres naturales “está poniendo en peligro los sistemas de alimentos en el mundo”, afirmó ayer la FAO, que insta a una mayor inversión internacional para reducir los riesgos y hacer que los sistemas agrícolas sean “más resistentes”.


“Todos los sectores de la agricultura pagan un alto tributo” frente a las sequías, inundaciones, tormentas, tsunamis, incendios forestales, brotes de plagas, epidemias, entre otros, reza un informe de la Agencia de las Naciones Unidas que lidera el esfuerzo internacional para poner fin al hambre en el mundo.



Impactos


Solo los países de ingresos bajos y medios registraron “$108,500 millones en pérdidas de producción agrícola y ganadera” debido a los desastres naturales entre 2008 y 2018”, señaló a la AFP Dominique Burgeon, director encargado de la división de emergencias y rehabilitación de la FAO.


“Estas pérdidas económicas pueden tener un efecto devastador en la vida de las personas”, añadió, y apuntó que “más de 2,000 millones de personas dependen del sector agrícola para su subsistencia”.