El Gobierno de El Salvador dispone de un presupuesto rígido y austero para afrontar emergencias de salud pública. La inminente llegada del coronavirus presionará las ya deterioradas finanzas del Estado, que además de atender a potenciales enfermos, pide fondos para beneficiar a sectores económicos impactados.

Como primera medida para atender la alerta, el Gobierno asignó $8.6 millones para comprar cámaras termográficas y trajes especiales, que permitieran la detección y manejo de casos sospechosos.

Hasta ahora, no ha solicitado reorientar fondos del presupuesto general de la nación para el ramo de Salud, Protección Civil o Gobernación.

El decreto de estado de excepción, sin embargo, contiene una cláusula especial que permitirá al Ministerio de Hacienda hacer modificaciones del presupuesto sin aprobación de la Asamblea Legislativa, para hacer transferencias directas a personas naturales o entidades privadas.

Según el texto, las transferencias monetarias se harán “con cargo a recursos del Fondo General del Estado” y préstamos destinados a desastres naturales, recursos no reembolsables u otros de libre uso “para facilitar la atención de medidas sanitarias”. Incluso se podrá hacer una compensación a sectores económicos impactados, bajo auditoría.



Fondos disponibles

En el presupuesto de 2020 se aprobó un gasto de $757.8 millones para el Ministerio de Salud, el más alto en la historia del país, y un 13.4 % más que los $668.1 millones autorizados para 2019. Sin embargo, no todos los fondos se destinan a hospitales o atención sanitaria.

El primer nivel de atención, destinado a las redes comunitarias de salud, asciende a solo $217.9 millones, mientras que los fondos para los 30 hospitales de la red pública y otras instituciones de salud adscritas suman $450 millones, al descontar los subsidios para las oenegés.

En el ramo de Gobernación, además, hay $2,838,245 disponibles para Protección Civil. Si estos fondos son insuficientes, El Salvador puede optar a créditos de contingencia. En 2017, la Asamblea Legislativa ratificó un préstamo por $48.6 millones con la Agencia Internacional de Cooperación Japonesa (JICA) para emergencias por $48.6 millones.

El ministro de Hacienda, Nelson Fuentes, informó además que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ofreció a los países de la región planes de contingencia financiera para mitigar los efectos de la pandemia.

Fuentes dijo que el FMI recomendó hacer gastos de salud pública “de forma planificada y sin dejar de cumplir los compromisos fiscales”.