“Rey de Reyes” (1927), “Cleopatra” (1934), “Sansón y Dalila” (1949) y “Los Diez Mandamientos” (1956). Muchos crecimos con estas películas y aprendimos a verlas como antiguas épicas de la Semana Santa. Las nuevas generaciones también las conocen, pero pocos tienen idea de la importancia de estos dramas bíblicos -y no tan bíblicos- en la industria de Hollywood. Aquí te damos cinco detalles esenciales.

1. El director

Estas cuatro cintas fueron obras maestras de Cecil B. DeMille (1881-1959), un director estadounidense de origen judío que se especializó en películas con grandes efectos especiales. De hecho, fue uno de los pioneros en la historia del cine, con más de 80 filmes entre 1914 y 1956, gran parte de ellos mudos y en blanco y negro, por supuesto.

El director en un set de rodaje.


2. El Oscar

La película “Los Diez Mandamientos” (1956), la más taquillera hasta su tiempo, fue el último trabajo de DeMille. La obra era la segunda versión de otro filme que el mismo DeMille realizó en 1923. Fue nominada a siete premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, incluida la categoría de mejor película, pero solo obtuvo el galardón a los mejores efectos especiales por su espectacular apertura del mar rojo.

3. Premio honorífico

La Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood, a cargo de los premios Globo de Oro, instituyó en 1952 un premio honorífico bajo el nombre de Cecil B. DeMille, para honrar la trayectoria cinematográfica de grandes estrellas. Entre otros, lo han recibido Walt Disney, Woody Allen, Jack Nicholson, Steven Spielberg y Tom Hanks.

4. Fe cristiana

Pese a que DeMille era judío, algunas de sus películas -como “Rey de Reyes”, “Sansón y Dalila” y “Los Diez Mandamientos”– fortalecieron la fe cristina en todo el mundo. Sin embargo, las cintas no estaban basadas solo en la Biblia, sino en cuentos alegóricos de varios autores. Además, las historias fueron adaptados al fenotipo de belleza occidental; que no se pensó en las etnias de las historias originales, sino más bien en gente europea, blanca y con ojos azules como en las pinturas renacentistas.

Sansón y Dalila (1949), con Victor Mature y Hedy Lamarr.


5. En El Salvador

Las “épicas bíblicas” gozaron de tanto éxito en los cines salvadoreños y en la tradición cristiana del país, que al menos hasta los años 90 y primeros años del 2000, los cines clásicos retomaban varios de estas películas para exhibirlas durante los días de cuaresma y Semana Santa. Cines como Variedades, Majestic, Uralla y otros hacían nostalgia bíblica entre la población año con año.