Quentin Tarantino lleva largo tiempo anunciando que dejará de dirigir cine tras su décima película. Teniendo en cuenta que "Érase una vez en Hollywood" fue su noveno filme, al cineasta de Knoxville solo restaría un trabajo como director. Una convicción que lejos de cambiar con los años, como muchos de sus fans esperaban, ha sido confirmada de nuevo recientemente.

El realizador, que cuenta con dos Oscar como guionista, el primero por Pulp Fiction (1995) y el segundo por Django Desencadenado (2013) ha vuelto a afirmar durante su participación en el show del comediante estadounidense Bill Maher, que solo le queda una película más en la recámara.

Después de que Maher le sacara a colación su retirada argumentando que era demasiado joven para dejar el cine, Tarantino respondió: "¡Por eso mismo quiero dejarlo! Porque conozco la historia del cine y sé que de ahí en adelante, los directores no van a mejor".

"No tengo un motivo con el peso suficiente como para ganar un pleito en el tribunal de las opiniones ni en el Supremo, o algo así", explicó el realizador antes de señalar que aunque la cantidad de títulos dirigidos durante sus 30 años de profesión no es tan amplia como la de otros cineastas, a él le sigue pareciendo que le ha dedicado mucho tiempo. "Es una carrera larga y he dado todo lo que tengo", sentenció.

Durante la entrevista, Tarantino señaló que llegó a plantearse que su última película fuera un remake de su debut cinematográfico, Reservoir Dogs. "Sería algo así como 'capturar todo este tiempo en un momento", ha explicado antes de bromear con la repercusión que sus palabras tendrían en la red: "No lo voy a hacer, Internet, pero lo consideré".

Para hacerse entender, el creador de "Pulp Fiction" ha establecido una símil entre su trayectoria y la de Don Siegel. "Si hubiera dejado su carrera en 1979, cuando hizo Fuga de Alcatraz, hubiera sido una última película increíble. Se hubiera ido por todo lo alto, pero se sacó otras dos más", ha explicado Tarantino.