El diputado Norman Quijano, de Arena, junto a su asesor Rafael Lemus. / J.C.V.


La frase del diputado Norman Quijano devolvió las acusaciones al Gobierno actual y al fiscal general: “No sé qué puede tener de cierto un proceso que se basa en la declaración de un sujeto que ha cometido cientos de delitos y que es visitado por personeros del Gobierno”.

El dirigente del partido Alianza Republicana Nacionalista (Arena) es acusado de haber negociado con las pandillas y de haber cometido fraude electoral: la Asamblea Legislativa tiene en sus manos la decisión de quitarle la inmunidad legislativa para que sea procesado penalmente.

El legislador citó que el fiscal general había asegurado que era una “investigación seria, objetiva y rigurosa” pero enumeró elementos que calificó de extraños.

“No puedo creer que tampoco les parezca raro que antes que el fiscal anunciara el operativo para capturar a un expresidente legislativo que lo revelara primero el presidente de la República”, exclamó, en una conferencia de prensa frente al Salón Azul de la Asamblea Legislativa.

Según el legislador él aparece en un vídeo cuando sostuvo una reunión con la Red Nacional de Pastores pero la Fiscalía no le permitió verlo.

“Pero que de forma extraña desde Casa Presidencial y de sus cuentas de resonancia han divulgado extractos mucho antes que las diera a conocer el juez y el fiscal”, volvió a insinuar sobre el vínculo de la acusación con Presidencia.

Al político esto le parece una conjura, sostuvo que nunca negoció con pandilleros. Ahora enfrentará un proceso de antejuicio luego de que el fiscal general, Raúl Melara, presentara el lunes una solicitud de antejuicio. El proceso le podría costar incluso la diputación.

El alcalde de San Salvador, Ernesto Muyshondt, quien respaldó a Quijano en la campaña de 2014 y aparece en otro vídeo con pandillas, se dispuso ayer a enfrentar un proceso penal, con el fin de hacerlo “con la verdad”. Sostiene es inocente.