El relator especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Intera­mericana de Derechos Humanos (CIDH), Edison Lanza, dijo ayer que las noticias falsas son un riesgo para la demo­cracia porque distorsionan las propuestas de los candidatos y los procesos electorales.

Lanza dio estas declaraciones en la inauguración de la quinta edición del Diplomado “Aspectos generales de los sistemas políticos y de la gestión pública” de la Escuela Centroamericana de Gobierno y Democracia (Ecade), de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades).

Lanza explicó que, con las noticias falsas o “fake news”, se pierde el debate porque los candidatos utilizan el tiempo, no para exponer sus ideas, sino para desvirtuar datos falsos de sus propuestas.

“Distraen la atención de los candidatos porque no se debaten las propuestas, sino que el tiempo se utiliza para desmentir algo sobre la propuesta” señaló el experto.

De igual forma, planteó que “la desinformación se introduce en la polarización” generada por los partidos políticos y afecta el sistema democrático porque no hay debate de planteamientos ni propuestas.

El experto señaló que, si un funcionario bloquea en sus redes sociales “a los ciu­dadanos, sería bloquear a la crítica” y valoró que, “si un presidente desacredita a un medio de comunicación, está atacando y exponiéndolo a un riesgo muy elevado”.

El relator explicó “que se ataca la libertad de expresión cuando a una investigación periodística se le dice que es fake news” para no responder a las críticas o a los cuestio­namientos de la prensa. Señaló que los funcionarios, generalmente, utilizan el término fake news para “para desacreditar a quienes pueden afectar sus intereses”.

Además, dijo que las noticias falsas afectan los procesos electorales porque desacreditan el trabajo de las instituciones encargadas de organizar las elecciones y esto genera desconfianza de todo el proceso de votación.

Contó que, ante la desconfianza generada sobre procesos electorales, es necesario que las instituciones encargadas de administrar los comicios salgan al paso, señalen también la publicación falsa, pero a la vez “comuniquen” la versión oficial.