La falta de financiamiento impidió al Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) cumplir con la meta del Gobierno de renovar el 30 % del parque cafetero, contemplada en su Plan Quinquenal de Desarrollo (PQD) 2014-2019.

El Gobierno saliente llegó a Casa Presidencial un año después que el sector cafetalero se enfrentara a un severo brote de roya, en la cosecha 2012/2013, y que ocasionó pérdidas superiores a un millón de quintales.

A esa situación se sumaron los efectos que aún arrastraban los productores por la caída en los precios internacionales, ocurrida en 2000 y 2001, afectaciones climatológicas y de plagas.

En ese contexto, el Gobierno dirigido por Salvador Sánchez Cerén se comprometió a renovar el 30 % del parque cafetero para “asegurar su resiliencia al cambio climático”.

En su informe de cumplimiento del PQD, presentado la semana pasada, el Ejecutivo detalló que al cierre de 2018 cumplió el 77 % de esa meta, dejando el 23.1 % del parque renovado. Aunque no es el porcentaje prometido, Orestes Ortez, titular del MAG, aseguró que “estamos satisfechos con el avance” porque “tuvimos que enfrentar una cantidad de dificultades, año con año, buscando y peleando recursos”.

Para Ortez el objetivo de renovación no se cumplió porque “faltaron recursos” y aseguró que de haberlos tenido “eso pudo habernos elevado un 15% más para alcanzar la meta”.

Ortez indicó que no seguirá al frente del MAG, pero dejará todo listo para que el próximo ministro de Agricultura continúe la compra de 12.5 millones de plantas de café.

Esta gestión se realiza con $5 millones que transfirió la Asamblea Legislativa en marzo pasado para que la institución distribuya los cafetos entre los productores salvadoreños.

Este financiamiento proviene, en $4 millones, de los $10 millones que asignó el pleno legislativo en 2018 al Fideicomiso de Apoyo a la Producción del Café para la reestructuración de la deuda y $1 millón corresponde a excedentes de recaudación tributaria en el Ministerio de Hacienda.

 

¿Qué pasó con el fideicomiso?

En abril de 2017, el Gobierno, productores y diputados de Arena y del FMLN firmaron el Pacto del Café, con el fin de rescatar al sector a través de dos ejes de trabajo: renovación del parque cafetero con una inyección de $150 millones y reestructuración de la deuda de los caficultores, con otros $150 millones.

Bajo ese acuerdo se creó el Fideicomiso de Apoyo a la Producción de Café, que a finales de 2018 inició la reestructuración de la deuda, pero no tuvo la suficiente acogida en los productores pues la mayoría no podían cumplir con los requisitos.

El directorio del Fideicomiso ha recibido entre 26 y 30 peticiones, pero ninguna ha recibido el visto bueno y “esta semana espero que podamos tener una última reunión para dejar algunas solicitudes aprobadas”, indicó el ministro.

En tanto, el Ministerio de Hacienda no presentó el decreto para la ratificación del préstamo por $86 millones para la renovación del parque cafetero, que se suscribió con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). “Me da la impresión que lo ha dejado pendiente para que se ejecute en la próxima administración, pero creo que es irreversible”, agregó Ortez.