La ministra de Salud, Ana Orellana, dijo ayer que hay un “aumento considerable” de tuberculosis “en privados de libertad” y aseguró que se implementarán medidas en coordinación con el Ministerio de Seguridad.

“Sí, tenemos un pequeño aumento, un aumento considerable en cierto tipo de poblaciones, en este caso el tema de privados de libertad, pero es una situación que estamos trabajando, no es una situación descuidada”, dijo.

La funcionaria indicó que la prevención de tuberculosis implica “el tratamiento antifímico” que “está dentro de los centros penales”, pues “en las clínicas penitenciarias siempre se está apoyando a los reos que lo necesitan.

“Se está brindando todo el apoyo, los controles y las personas que necesitan salir para chequeos o porque su salud se ve desmejorada salen, siempre se está trabajando pero vamos a implementar unas medidas más en conjunto con el Ministerio de Seguridad”, aseguró.

Agregó que se van a profundizar las estrategias que ya se tienen para “poder disminuir los índices de la enfermedad en este grupo”.

En agosto pasado, la Fiscalía General de la República (FGR) informó que un pandillero recluido en el centro penal de máxima seguridad en Zacatecoluca, La Paz, falleció por tuberculosis en el Hospital Nacional Santa Teresa.

Según la ministra de Salud, los centros penales, iglesias, mercados y centros de trabajo son espacios de mucho hacinamiento, un factor que permite la propagación de la enfermedad.

La tuberculosis es una infección causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis, que suele atacar los pulmones pero puede dañar otras partes del cuerpo y se disemina a través del aire, cuando una persona infectada tose, estornuda o habla.