Cuando la policía rescató a los niños, nadie se hizo responsable de ellos. / Rosa Fuentes


Cuatro niños que limpiaban parabrisas y vendían fruta en la alameda Roosevelt, de San Miguel, fueron llevados a un resguardo, ayer, por la Policía Nacional Civil (PNC).

“Los niños no deben de permanecer en las calles vendiendo o trabajando vestidos de payasitos ni limpiando parabrisas”, dijo el subinspector Lito Serpas, quien es jefe de la unidad de prevención.

Según la PNC, se trata de dos niñas y una adolescente de 14 años embarazada, y un niño, que estarían en situación vulnerable y sin padres o responsables.

Serpas aseguró que se basan en el artículo 37 de la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia (Lepina), donde dice que las niñas, los niños y adolescentes tienen derecho a que se les respete su integridad personal, la cual comprende integridad física, psicológica, cultural, moral, emocional y sexual.

Y agregó que en consecuencia no podrán someterse a ninguna modalidad de violencia, tales como el abuso, explotación, tortura, maltrato, pena o tratos inhumanos, crueles o degradantes.

Los menores serán puestos a la orden de la Junta de Protección al Menor de San Miguel.

“Estos los pondrán ante un equipo multidisciplinario que comprende un abogado y una trabajadora o trabajador social y ellos deciden, si se trata de un delito a seguir y lo pasarán al juzgado especializado y a la Fiscalía General de la República, que iniciarán un proceso de investigación hasta llegar a una verdad”, agregó Serpas.

En lo que va del año son nueve niños rescatados en situación de riesgos, en San Miguel. El inspector Serpas agregó que están supervisando los lugares donde menores están siendo explotados por mayores de edad.