La ministra de Salud llegó ayer a la Comisión de Salud de la Asamblea Legislativa. / Diego García


La ministra de Salud, Ana Orellana Bendek, recomendó ayer que en la ley de trasplantes de órganos humanos que discute la Comisión de Salud de la Asamblea Legislativa quede plasmado que los menores de edad vivos no puedan ser considerados como donantes de órganos ni de tejidos.

Según la funcionaria, la ley debe dejar claro que podrán donar órganos y tejidos de un menor de edad fallecido únicamente cuando el padre y la madre avalen la donación y además cuando haya “circunstancias de muerte cerebral”.

Recomendó que quede regulado que la “donación cadavérica” de un adulto “debe proceder siempre y cuando la persona cuando está viva haya expresado inequívocamente su consentimiento o en su defecto, sus parientes lo autoricen”.

La funcionaria dijo que los tres proyectos de ley de trasplantes de órganos son “una valiosa oportunidad que tiene el país de buscarle una solución” a las enfermedades crónicodegenerativas y la insuficiencia renal que afecta a la población salvadoreña. Uno de los graves peligros de no tener una regulación en el tema de trasplantes, advirtió, es el tráfico de órganos.

La titular del sistema público de salud también avaló que en las tres iniciativas de ley se reconozca al Ministerio de Salud como la autoridad competente en el tema de trasplantes de órganos.

Sugirió que en la ley quede establecido de dónde provendrán los recursos para asumir los costos médicos de la persona que donó un órgano y de la persona que lo recibió. La Asamblea Legislativa tiene tres proyectos de ley bajo estudio.

 

 

Sugerencias del ministerio de Salud

 

Muerte cerebral

La ministra de Salud recomendó que un menor de edad muerto solo pueda donar órganos con el consentimiento de los padres y “en circunstancias de muerte cerebral”.

 

Donación de adultos

Un adulto que esté vivo podría donar sus órganos. De un adulto fallecido se podría donar si lo autorizó y con el consentimiento de familiares.