Elaborando coloridas alfombras y otras actividades religiosas, centenares de salvadoreños denunciaron este sábado la impunidad que persiste sobre el asesinato de seis sacerdotes jesuitas y dos mujeres cometido por el ejército en 1989, durante la pasada guerra civil de El Salvador (1980-1992).

En calles del campus de la jesuita Universidad Centroamericana (UCA), niños, jóvenes y adultos trabajaban afanosamente en alfombras dedicadas a la memoria de los jesuitas.

La matanza ocurrió el 16 de noviembre de 1989, cuando efectivos del ahora proscrito batallón Atlacatl atacaron a los seis sacerdotes y sus dos colaboradoras en el campus de la UCA.

Las víctimas fueron el hispanosalvadoreño Ignacio Ellacuría (rector de la UCA), los españoles Ignacio Martín Baró (vicerrector), Segundo Montes, Amando López y Juan Ramón Moreno, el cura salvadoreño Joaquín López, y sus colaboradoras Elba Ramos y su hija Celina.

"Es tiempo de recordar a nuestros mártires, recordar que después de treinta años de su asesinato la impunidad sigue y ya es tiempo que haya justicia", reclamó Roberto Artiga, de 51 años, quien todos los años participa en la UCA en las actividades para recordar a los jesuitas.

Artiga, un contador de profesión, trabajaba junto a estudiantes de esa universidad en la elaboración de una de las tantas alfombras usando aserrín teñido de varios colores.

"Ustedes son la luz en nuestra historia", era el mensaje escrito en una de las alfombras, mientras en otras dibujaron corazones, uno por cada víctima del múltiple asesinato.

-Justicia que tarda -
Para el director del Instituto Universitario de Derechos Humanos de la UCA (IDHUCA), el sacerdote jesuita José María Tojeira, en el caso de sus compañeros asesinados la justicia "ha tardado".

"La justicia ha tardado y nuestra esperanza es que haya verdad y justicia, no queremos venganza, sino que la verdad surja. Los mártires fueron hombres que siempre lucharon por paz en momentos difíciles en El Salvador y su muerte fue dolorosa", dijo Tojeira a la AFP.

La UCA viene efectuado una serie de seminarios para analizar el pensamiento de los jesuitas asesinados, también exposiciones fotográficas, mientras que para la tarde-noche de este sábado, cuando se cumplen los 30 años del hecho, se efectuará una procesión en la que están llamados a participar la comunidad de la universidad, religiosos y miembros de organizaciones sociales.

En virtud del aniversario, en el campus de la UCA fueron colocados carteles con los rostros de los jesuitas y las dos colaboradoras.

"Siempre es bueno recordar y rendirle honor a los mártires jesuitas, fueron un ejemplo en la defensa de los derechos humanos y lo menos que podemos hacer es no dejar que nunca la luz de su memoria se apague", dijo a la AFP Virginia López, una estudiante universitaria que se disponía a participar en las actividades de la UCA.

En El Salvador solo fueron juzgados los militares acusados de ser los autores materiales del crimen. En enero de 2016, un tribunal español pidió a Interpol detener a otros 17 oficiales retirados, pero en agosto de 2017 la Corte Suprema salvadoreña dejó sin efecto la demanda.

En abril de 2018 un juzgado de San Salvador ordenó la reapertura de un proceso penal para que se investigue a los autores intelectuales de la masacre.

Los jesuitas acusan de ordenar la matanza a los generales en retiro Rafael Humberto Larios, Juan Rafael Bustillo, Francisco Elena Fuentes, Orlando Zepeda, al difunto René Emilio Ponce y al coronel Inocente Orlando Montano. Este último fue extraditado por Estados Unidos a España, donde permanece encarcelado por esta causa.

El Salvador puso fin a la guerra civil en 1992 con un acuerdo de paz mediado por la ONU entre el gobierno y la entonces guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), tras 12 años de un conflicto que dejó más de 75.000 muertos y 7.000 desaparecidos.