La ola de homicidios y los ataques a policías y militares se han incrementado desde el jueves pasado en todo el país. / DEM


El presidente Salvador Sánchez Cerén aseguró ayer que ha girado instrucciones precisas para enfrentar la ola delincuencial con el incremento de la operatividad policial y militar en todo el territorio.

En un comunicado emitido cinco días después del recrudecimiento de la violencia, Sánchez Cerén dijo que las pandillas buscan chantajear al presidente electo, Nayib Bukele.

“Los informes procedentes del interior de estos grupos delincuenciales indican que los propósitos de esta ola de violencia organizada son dos: primero: empañar los avances del actual gobierno en la erradicación de la violencia y, segundo: utilizar la amenaza para chantajear al gobierno entrante de que debe negociar con ellos como único camino para detener la violencia”, se asegura en el comunicado.

Según el mandatario, con esta ola delincuencial, las pandillas pretenden presionar al nuevo gobierno para que se aflojen las estrictas medidas de control penitenciario, donde están recluidos los cabecillas de los grupos delincuenciales para poder recuperar los contactos directos e indirectos con sus estructuras; y además, disminuir la operatividad policial y militar en el territorio, mediante las cuales se han debilitado sus estructuras de acción local y regional.

Por otro lado, Sánchez aseguró que los cabecillas responsables de la violencia y el asesinato de policías y soldados “serán capturados en el plazo más inmediato y la ola de violencia será contenida”.

El presidente admitió que la Policía Nacional Civil ya contaba con informes de inteligencia de que el crimen organizado desarrollaría un incremento de las acciones delincuenciales en los dos últimos meses de gobierno.

“El gobierno de Salvador Sánchez Cerén y su gabinete de seguridad manifiestan que no han negociado ni negociarán concesiones a los grupos delincuenciales y llama al nuevo gobierno a no dejarse chantajear brindándoles ventajas. Sabemos que ya le han enviado su lista de peticiones al nuevo gobierno y su oferta de cesar la violencia a cambio de reducir el estricto control y la intensa persecución”, insistió.

El gobernante también expresó sus condolencias y solidaridad a las familias de los policías y soldados asesinados, y dijo haber girado instrucciones a las instituciones respectivas para que brinden todo el apoyo material, económico y moral a sus grupos familiares.

Sánchez Cerén exhortó a todas las instituciones del Estado: Asamblea Legislativa, Corte Suprema de Justicia, Fiscalía, concejos municipales, así como a todos los sectores políticos, religiosos y civiles del país, a cerrar filas contra la delincuencia y ponerse del lado de los soldados y policías que protegen a la nación de la amenaza terrorista.

“Esta no es una lucha de un gobierno contra la delincuencia, sino la defensa del Estado Nacional contra los grupos que pretenden continuar extorsionando, asesinando, robando y chantajeando”, concluyó.