Mike Pomepo, secretario de Estado de EEUU. Foto: AFP


El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, designó como "virus Wuhan" al nuevo coronavirus que causó una epidemia que preocupa a las autoridades de todo el mundo, pese al reclamo de China.

El jueves, el jefe de la diplomacia estadounidense habló por primera vez del "virus Wuhan", llamado así por la ciudad china que fue cuna de la epidemia de COVID-19.
Destacó puntualmente los $37 millones de ayuda estadounidense a países afectados por "la propagación del virus Wuhan".

Luego usó la expresión varias veces en entrevistas de televisión este viernes, asumiéndola.

"El Partido Comunista Chino fue el primero en explicar que aquí es donde comenzó el virus", dijo en Fox News. "No es Mike Pompeo quien lo dice", agregó en CNBC.

En una entrevista con esta cadena, sobre la respuesta de Beijing al brote, Pompeo dijo estar de acuerdo con que se felicite al Partido Comunista chino, pero pidió recordar que "es el coronavirus de Wuhan el que causó" la epidemia.

Cuando se le preguntó esta semana sobre los medios o las personas que hablan del "virus Wuhan" o "virus chino", Zhao Lijian, portavoz de la diplomacia china protestó contra una designación "altamente irresponsable". "Nos oponemos firmemente a ello", dijo.

"Al llamarlo 'virus de China' y, por lo tanto, sugerir su origen sin ningún dato o evidencia como respaldo, algunos medios claramente quieren que China se responsabilice, y sus motivos ocultos quedan al descubierto. La epidemia es un desafío global", dijo Zhao.

Según el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, no se ha llegado a una conclusión definitiva sobre el origen del virus.

"Deberíamos centrarnos en las formas de contenerlo y no en usar palabras que estigmaticen a ciertos lugares", agregó. Según el vocero, estas iniciativas apuntan a "hacer que China asuma la responsabilidad" de la epidemia, cuando se trata de un "desafío mundial".

Los casos de COVID-19 fueron reportados por primera vez, e inicialmente mantenidos en reserva por las autoridades, a fines de diciembre en Wuhan, donde los científicos creen que el virus se transmitió a los humanos en un mercado que vendía animales exóticos para el consumo.

Pompeo rechazó las declaraciones de funcionarios chinos de que el virus puede haberse originado en otro lugar y dijo que era "increíblemente frustrante" que Beijing no haya compartido más información.