La reapertura del aeropuerto se ha visto ensombrecida por el no acatamiento de una resolución categórica de la Sala de lo Constitucional sobre la exigencia de la prueba PCR a los viajeros salvadoreños y extranjeros no residentes pero además, por la confusión generada por el director de Migración que primero dijo una cosa y después otra.

Además, se ha denunciado que muchos viajeros salvadoreños no pudieron abordar debido a una exigencia un poco extraña: la firma y sello de un médico en el examen realizado, una práctica que no se ejerce en Estados Unidos y que parece una medida tomada sin el menor conocimiento de la práctica médica en aquel país.

A esto se suma la preocupación por otra medida confusa anunciada relacionada a las fronteras y el ingreso de extranjeros, ya que no parece claro si se permitirá la entrada de estos, aunque traigan su prueba de covid-19 negativa.

El Gobierno necesita claridad en comunicar estos asuntos y los viajeros y aerolíneas necesitan seguridad jurídica en estos tiempos tan difíciles para todos. Para muchos salvadoreños es un enorme sacrificio económico volver al país y para las líneas aéreas, duramente afectadas por la crisis, tampoco es una ganga esta situación. Ojalá el Gobierno corrija estos desaguisados por el bien de todos.