Fieles despidieron el féretro de “un gran ser humano”. / Rosa Fuentes


Fray Alfredo O’Lochcrainn, un religioso muy querido por el pueblo de San Francisco Gotera, Morazán, falleció a los 77 años, la madrugada del pasado domingo en su dormitorio contiguo a la iglesia, a causa de un cancer que padece desde hace un año.

Sus feligreses le recuerdan como “un hijo de Dios”, que ayudaba al prójimo sin esperar nada a cambio. A pesar de no ser irlandés, sus restos fueron depositados en un nicho de la iglesia San Francisco de Asís, de la localidad. El franciscano fue miembro de la orden frailes menores y llegó a San Miguel en 1969, luego fue enviado a Guatemala y Nicaragua; regresó a El Salvador, específicamente, a Los Planes de Renderos, en San Salvador, posteriormente fue enviado a San Francisco Gotera.

En los tiempos del conflicto armado ayudó a muchas personas que estaban en peligro, amenazadas por ambos bandos, dijo el fraile Dionicio Fuentes.

El féretro del fraile Alfredo recorrió las principales calles de la cabecera departamental, acompañado por centenares de feligreses y sacerdotes.

Los alumnos portaron banderas salvadoreñas e irlandesas, y elevaron globos blancos y negros.

Anastasio López viajó de la comunidad Segundo Montes porque deseaba estar en la misa de quien por muchos años fue su refugio. “El padre nos ayudaba con lo que estaba a su alcance, su satisfacción siempre fue amar al prójimo como a sí mismo,” expresó.

También Guillermina Ábrego, habitante del municipio Delicias de Concepción, llegó con toda su familia para darle el último adiós al sacerdote. Dijo “sentirse triste por la partida de un gran ser humano, un gran pastor que ha formado a sus ovejas.”