La naturaleza una vez más nos golpea con fuerza de la mano del huracán Eta que ya impacta con mucha intensidad a nuestros vecinos, Honduras y Nicaragua, y podría causar potenciales daños en nuestro país, así como la pérdida de vidas.

Es fundamental que las autoridades de Protección Civil, los cuerpos de socorro y las fuerzas de seguridad pública tomen todas las medidas posibles para prevenir desgracias, eso significa hacer evacuaciones a tiempo, establecer albergues y salvar el máximo número de vidas posibles. Es una situación muy compleja debido a la pandemia del coronavirus, pero es esencial pensar en evitar una ola de contagios debido a las aglomeraciones en los albergues.

La población también debe actuar con mucha responsabilidad, acatando todas las medidas y recomendaciones de las autoridades. En pasadas catástrofes naturales, la resistencia de la población a evacuar ha sido una dolorosa causa de tragedias.

También es fundamental que se centre la atención en las personas y no se aproveche para hacer propaganda de cara al evento electoral de febrero próximo. La politización de la tragedia no es correcta, venga de quién venga. La población necesita ser atendida, necesita soluciones, no fotografías ni shows que a la larga pueden resultar en ofensas a su propia dignidad y al dolor que enfrentan.

El Salvador es un país con una elevada vulnerabilidad y tenemos que educarnos para enfrentar estas desgracias con mucha prevención, con mucha responsabilidad y luego con la solidaridad que nos caracteriza para apoyar a los más necesitados.