Ayer escuchábamos al ministro de Obras Públicas decir que el Gobierno planea lanzar una licitación para construir un bypass -de diez kilómetros de largo- que llevará desde el desvío de San Juan Opico, La Libertad, hasta el inicio de Sonsonate, proyecto que contribuirá a descongestionar el caos vehicular que se forma en el sector de Lourdes.
También habló de una ampliación de la Carretera Panamericana a seis carriles. Bien, son soluciones a mediano o largo plazo pero hay que resolver también el día a día. Cuando uno monitorea el tráfico de la zona de Los Chorros, usualmente la gente se queja de lo mismo: una rastra que se quedó a la orilla de la carretera, un camión que está cambiando llantas, un choque múltiple, un autobús con problemas mecánicos y así, casos similares. Lo que la División de Tránsito de la Policía Nacional Civil y el Viceministerio de Transporte deberían hacer es tener un equipo de respuesta rápida en la zona.
Si saben que un solo vehículo que se arruine o un choque leve paralizan un carril, en hora pico, es receta automática para el caos. Entonces deberían tener gestores de tránsito -no son suficientes ni eficientes los que se ven ahí- también patrullas de la PNC en horas pico y sobre todo, un par de grúas que muevan a los vehículos con desperfectos o chocados, para que se alivie el tráfico inmediatamente. La entrada de Los Chorros es la más transitada de la zona metropolitana y necesita soluciones a lo inmediato.