Las empresas salvadoreñas compartieron su visión sobre sostenibilidad. / FUNDEMAS


La sostenibilidad se traduce en un ahorro económico tangible para las empresas porque les abre nuevos mercados gracias al incremento en competitividad y productividad, concordaron ayer empresas salvadoreñas.

La Fundación Empresarial para la Acción Social (Fundemas) realizó este martes el conversatorio “La Re-evolución de la RSE y Sostenibilidad en El Salvador”, previo a la Semana de la RSE y Sostenibilidad 2019, que iniciará el próximo 8 de julio.

Las representantes de Banco Agrícola, Tigo El Salvador y Fruit of the Loom compartieron sus visiones sobre cómo la RSE ha revolucionado al interior y exterior de las empresas en los últimos años, a nivel de competitividad, cadena de suministros e impacto en la sociedad salvadoreña.

Emperatriz Mayorga, gerente de sostenibilidad de Banco Agrícola, aseguró que la sostenibilidad para las empresas, actualmente, implica “una reducción del riesgo social y ambiental que beneficia la creación de negocios a largo plazo”.

“No puede existir una empresa privada exitosa en una sociedad que no enfrente sus retos”, aseguró.

La institución financiera, casa matriz de Bancolombia, invirtió más de $55 millones en la construcción y certificación de su centro de operaciones (CDO), el primer edificio nuevo en el país en recibir la certificación Leadership in Energy & Environmental Design (LEED, en inglés) Gold, otorgada por el Green Building Council de Estados Unidos.

Además de reducir el impacto de las operaciones en El Salvador, para Mayorga, este tipo de construcción asegura el bienestar del público interno de la compañía, y representa una evolución de las prácticas de responsabilidad empresarial.

Por su parte, Regina González, jefe de RSE y Comunicaciones de Fruit of the Loom, asegura que los asociados son el primer punto de enfoque para los programas de responsabilidad corporativa, “porque nuestra gente es nuestro compromiso”, y lo que se obtiene al invertir en estos programas, es el ‘engagement’ del público interno.

Fruit of the Loom, que opera en el régimen de zonas francas y se ubica en American Park, cuenta con más de 9,200 colaboradores en El Salvador, a quienes benefician con campañas de salud, y donación de sangre y leche materna que se destina al hospital San Juan de Dios. A este nosocomio acude la mayoría de asociados y sus familias.

Intervenir en las comunidades a este grado, según González, ha permitido que más del 50 % de la planta de la compañía se haya mantenido por más de 10 años en sus puestos de trabajo, manteniendo una rotación de personal de las más bajas en la industria manufacturera.

En tanto, la empresa de telecomunicaciones Tigo El Salvador centra su estrategia en construir autopistas digitales para conectar a las personas y desarrollar comunidades, porque “creemos que la sostenibilidad se basa en el valor compartido de la empresa hacia la sociedad”, comentó Karla Rivas, gerente de Relaciones Públicas de la institución.