David Izzo, embajador de Francia


El embajador de Francia, David Izzo, quien concluye su gestión diplomática en El Salvador a finales de julio, asegura que una de las cosas que más extrañará de El Salvador es la apertura hacia los órganos de Gobierno. “Los salvadoreños son súper abiertos, curiosos hacia los extranjeros... Hay países donde un diplomático no cuenta, aquí la gente se interesa”, dice. Al término de su cuarto año, hace una evaluación positiva de la relación con El Salvador y destaca en este periodo una inversión de $500 millones de empresas francesas en sectores estratégicos para El Salvador. Señalando que los cambios en un Gobierno y su evaluación requieren tiempo, el embajador insta al Ejecutivo a retomar la agenda interpartidaria y lo positivo del Consejo de Seguridad y Convivencia Ciudadana. También hace un llamado al país a sensibilizarse ante la violencia contra las mujeres, incluida la violencia doméstica, feminicidios y la prisión de mujeres por problemas obstétricos. El embajador, quien será condecorado por la Asamblea Legislativa como “Noble Amigo de El Salvador”, concedió una entrevista a El Mundo.

 

¿Cuándo termina su período?

Yo me voy al final de este mes, después de haber pasado cuatro años aquí en El Salvador

 

¿Cuál es su balance de la cooperación de El Salvador y Francia?

Pues la verdad es que me voy triste porque yo pasé cuatro años aquí en su país con mi familia, mis hijos, hicimos amigos y claramente El Salvador es un país muy lindo, que tiene mucho que ofrecer desde el punto de vista humano, por sus paisajes, sus playas, volcanes, etcétera. Entonces, fueron cuatro años felices aquí a nivel personal y familiar. Pero también a nivel profesional, yo pienso que hemos logrado grandes avances bilaterales con el Gobierno, hemos firmado y negociado en poco tiempo varios acuerdos que cambian el cuadro de nuestra relación bilateral franco-salvadoreña. Firmamos un acuerdo marco de cooperación, universitario científica y técnica. Hemos firmado un acuerdo fiscal para facilitar las inversiones de la Agencia Francesa para el Desarrollo en su país y la filial que invierte aquí ya tiene en dos años un desarrollo de 90 millones de dólares de inversiones aquí en El Salvador y con 30 más por venir en las próximas semanas.

 

¿Cooperación?

No, son inversiones, son financiamiento y gracias a este acuerdo, pueden prestar dinero a instituciones salvadoreñas con tasas bajas y, por ejemplo, ha facilitado varios préstamos de decenas de millones de dólares, la liquidez del sector bancario a favor de las pymes aquí en El Salvador. También, hemos firmado un gran acuerdo que para mí es probablemente el más importante para el futuro, que es el Acuerdo de Reconocimiento Mutuo de Diplomas y Años de Estudios Universitarios y Superiores. Firmaron las universidades salvadoreñas, la pública y las privadas, del lado francés también, las universidades y las escuelas de ingeniería. Entonces este acuerdo facilitará para los estudiantes de ambos países ir a estudiar en el otro país y regresar con facilidades para continuar o tener reconocimiento y eso es lo importante, la capacitación de la juventud es un tema esencial para el desarrollo y este Acuerdo, ya que El Salvador es el país con el mayor número de estudiantes en Francia de toda América Central, creo que es un Acuerdo importante y lo sé porque tengo varios interlocutores, ministros o exministros que estudiaron en Francia y todos ellos teniendo dificultades para tener reconocimiento de su título universitario francés aquí en El Salvador.

También claro, tenemos el acuerdo de financiamiento para la renovación de la planta de Las Pavas y varios convenios de cooperación para el instituto diplomático, también con la escuela de capacitación de funcionarios públicos. Entonces, sobre todo estos temas hemos avanzado y ha sido posible porque avanzamos juntos y había una misma voluntad, tanto del lado francés como del lado salvadoreño, por eso esa negociación que hablamos de acuerdos bilaterales, no son negociaciones fáciles pero fueron súper rápidas y también los procesos de ratificación parlamentaria pasaron sin mayor dificultades, entonces, todos esos acuerdos que yo acabo de mencionar son ya publicados en el Diario Oficial Salvadoreño, en el Diario Oficial Francés y son ya habilitados.

 

¿Qué hizo falta?, ¿qué temas quedan pendientes entre El Salvador y Francia?

Me habría gustado traer más inversiones privadas, de empresas francesas en El Salvador, vino SUEZ, el líder mundial en el sector de agua, saneamiento para Las Pavas. Vino también NEOEN, que se tornó en poco tiempo el líder centroamericano de energía renovable y que está invirtiendo más de $300 millones en El Salvador, que no es poco, y el CEO de NEOEN va a venir en un par de semanas para ver el proyecto de la segunda planta solar que está siendo construida, una inversión de $150 millones, será la mayor planta solar de todo el istmo centroamericano y que funcionará a partir de la mitad del próximo año aquí en El Salvador.

Pero en Francia tenemos empresas interesadas para invertir en sectores de infraestructura, agua, saneamientos, puertos, aeropuertos, construcción, etcétera y vinieron varias de esas empresas, se reunieron con miembros del Gobierno, entes regulatorios, están atentos de ver lo que va a pasar, por ejemplo, con el puerto de La Unión, el aeropuerto internacional, con la Ley de Agua, porque quieren invertir en El Salvador, pero para eso necesitan transparencia, por supuesto, pero también seguridad jurídica, previsibilidad y una línea clara de lo que quiere le país, el Gobierno para este tipo de inversiones, hablamos de inversión de decenas o centenas de millones, que no es poco.

Entonces, estas empresas necesitan seguridad y también clara, que el Gobierno dé una señal muy clara de lo que quiere, por ejemplo en el puerto de La Unión, el exgobierno dijo unas cosa, lanzó un proceso que no pudo finalizar, este Gobierno llegó, y es normal hay que verlo, qué se hizo, etcétera, pero todavía no sabemos muy bien en qué dirección va este proceso del Puerto de La Unión, la empresa francesa que vino aquí, ya dos veces, espera para formalizar o no, dependiendo de lo que quiere el Gobierno, entonces, creo que en este sector pudo haber sido más, pero no fue posible porque son decisiones que necesitan tiempo para madurar y el tiempo no fue suficiente, pero en total, en estos cuatro años, Francia, empresas francesas hemos invertido $500 millones, que es bastante y para mí es importante porque hablamos de inversiones de sectores estratégicos, como agua, saneamiento, energía renovable, desarrollo del sector de pymes, entonces, lo que a mí me interesa como embajador es este tipo de inversiones, el resto, queso, vino, mueble francés, es interesante pero no es tan estratégico para la relación bilateral con El Salvador.

 

¿Qué tan importante es la seguridad pública para la inversión extranjera?, ¿es determinante?

No diría determinante, cuando yo llegue hace cuatro años la situación era bastante complicada. Todavía es complicada, pero disminuyó por dos el número de homicidios, que no es poco, todavía es mucho, pero hablamos de más de 3,000 vidas economizadas, la palabra no es buena, creo que la violencia en El Salvador tiene diferencias de la violencia en otros países de América Latina o África, es más una violencia entre grupos criminales y entre esos grupos y la fuerza pública; al contrario de otros países es tanto una violencia dirigida contra extranjeros, inversionistas, yo no tengo casos en los últimos años de secuestros de empresarios y eso se debe a las particularidades de violencia en el país, pero también del trabajo de la Policía, porque sé que años atrás habían secuestros pero esto es gracias al trabajo de la fuerza policial, entonces, para las empresas extranjeras claro que la violencia es un tema, pero yo diría que es más un costo que un impedimento en la inversión de El Salvador y eso me lo dijeron empresas, es que 'Ok, podemos invertir en El Salvador porque hay fundamentos que son buenos, el dólar, la baja inflación, las infraestructuras que son bastante buenas, el desarrollo de la integración regional, como la Unión Aduanera con Guatemala, Honduras, la firma de Acuerdo de Libre Comercio de Asociación con la Unión Europea, la parte de libre comercio, todos estos factores son positivos, la violencia es el principal factor negativo para los inversionistas, pero se refleja como un costo, que es el costo de la inversión un poco mayor, porque hay que tomar medidas en contra de la violencia.

Pero yo quiero ser muy enfático con un ejemplo, NEOEN ganó una licitación cerca del aeropuerto, ganaron con un precio de kilovatio de 112 dólares, una empresa que nunca había venido a El Salvador, vinieron, exploraron, hicieron una propuesta y ganaron, construyeron esa planta inaugurada en 2017 y que es todavía la mayor planta de América Central. La Embajada ayudó y fue un poco complicado, era la primera licitación que organizaba el Gobierno con la Siget para energía solar en el país, era nuevo, tanto para la empresa, la embajada y el Gobierno. Se hizo ajustes, yo ayudé, hablamos, pero funcionó, en 2017 y finales del 2018 ganó una segunda licitación para construir otra planta, que es la que se está siendo construida en Jiquilisco y ganaron con precio del kilovatio dividido por dos, porque hay razones externas al país, la disminución del costo de los valores, pero también, en gran parte, es que NEOEN ya tenía tres años de experiencia en el país, ya sabia cómo funcionabas las empresas, las negociaciones y, en su modelo económico, especialmente cuando hablamos de inversiones en 20 años, NEOEN disminuyó bastante el costo país de su inversión, por que estando en El Salvador sabía cómo manejar, entonces, el resultado fue positivo, para la empresa, pero sobre todo positivo para los consumidores, porque el resultado del kilovatio hora ha sido dividido por dos y al final los que pagan las cuentas somos nosotros, eso es el ejemplo que yo quiero destacar es que la violencia es un problema, pero más que un problema es un costo.

 

En el tema de seguridad, ¿Qué lecciones le deja a usted la conformación del Consejo de Seguridad y un mensaje para el nuevo Gobierno sobre este esfuerzo?

Creo que tanto en materia de violencia como en otros temas de políticas públicas, el Gobierno acaba de entrar en función, tiene su visión, etcétera, pero yo diría que debería apoyar en lo que se hizo y que funcionó, cosas han funcionado bien, otras menos, etcétera, hay que hacer el balance de todo, pero el Consejo de Seguridad y Convivencia Ciudadana creó un espacio de diálogo, de intercambio y de discusión bastante útil y la comunidad internacional, tanto la ONU (Organización de las Naciones Unidas), la Unión Europea como la OEA (Organización de Estados Americanos), teníamos la responsabilidad de secretario técnico del Consejo, entonces, nos involucramos bastante, ahora hay que ver, puede cambiar el nombre, pero espacios de diálogo y de concertación son importantes pero todavía yo no vi que este Gobierno no esté con el mismo espíritu de diálogo con la comunidad internacional, al contrario, han expresado varias veces de manera contundente esta voluntad de dialogar con nosotros, nosotros estamos aquí para apoyar o ayudar, no hay ningún interés de la Unión Europea o de Francia en trabajar más tratando de tener el secretariado de un Consejo, sino la voluntad de ser útil al país, entonces, cambia el Gobierno, cambian unos enfoques, una manera de trabajar, normal, nosotros seguimos y estamos a la disposición de las nuevas autoridades, teniendo en cuenta que también, es importante, se hizo cosas buenas, las cosas buenas hay que continuarlas y las que no han funcionado hay que reformarlas, pero tampoco es el año cero del país.

 

En una entrevista dijo que lo más importante es no perder este año esperando elecciones, hablando del 2018, ¿hay señales de que la motivación de la vida política sea solamente electoral?

No, yo no diría eso.

 

Porque estamos a las puertas del 2021.

Al fondo del jardín. Son casi dos años. Pero no se puede tener en vista solamente las elecciones, un responsable político normalmente tiene una visión para su país, puede fallar, puede no funcionar todo. Tal vez soy muy ingenuo, pero yo pienso que la gran mayoría de los responsables políticos se meten en la vida pública, en la vida política, para cambiar las cosas para mejor, claro, la visión de lo mejor de cada uno no siempre es consensuada, pero las elecciones son importantes, mi visión, pero es una visión muy personal, es que hay demasiadas elecciones, tres años es muy poco, demasiado poco, tanto para alcaldes como para diputados, cuatro o cinco años probablemente sería un tiempo mejor porque para todo se necesita un poco de tiempo, previsibilidad, preparación para cambiar las cosas, miremos el mundo de las redes sociales como Facebook o Twitter donde lo inmediato se impone en la agenda, pero un país no se cambia de inmediato, por ejemplo, si hablamos de inversiones necesarias para el país, carreteras, estación de tratamientos de aguas negras, infraestructura vial, transportes públicos para San Salvador, hablamos de años de obras y tres años de mandato de alcalde y diputados, es corto, no se puede en tres años construir un metro de superficie o una red de estación de tratamiento de aguas negras para la ciudad capital, es imposible. Un alcalde que promete a sus ciudadanos 'Voy a hacer eso, durante dos o tres años ustedes tendrán huecos en todas las calles, el tráfico será complicado, pero será mucho mejor después será mucho mejor', efectivamente, será mucho mejor, pero no va a ganar una elección.

 

Y la otra opción es que se pongan de acuerdo.

También, pero hay ejercicios de diálogo que funcionan, terminó al final de mayo el diálogo político que empezó en 2017 con el aniversario de los Acuerdos de Paz y se publicó y se trasmitió al presidente saliente un documento que es de agenda interpartidaria de nación para el país, aquí ese documento ha sido preparado, son dos años de trabajo, discreto, no hubo publicidad mediática, pero eran expertos, juristas, profesionales, empresarios, pero eran expertos, decenas de personas capacitadas, se comprometieron todos los partidos políticos con representación en la Asamblea Legislativa, firmaron, participaron en las negociaciones y este documento tiene casi todo –las reformas constitucionales, legales, administrativas, reformas de políticas públicas, etcétera– para lograr más desarrollo equitativo, justo, respetando el medio ambiente, etcétera. No es fácil, nunca será fácil, pero pienso que la gran mayoría de respuestas a los problemas, a las emergencias del país, están aquí. Hay que usarlo, hay que utilizarlo, propuestas, reformas, ahí hay muchos textos que han sido preparados por los secretarios generales, los partidos políticos, no fue una cosa de un grupo de expertos en una salita, todos los partidos participaron y voluntariamente, activamente.

 

¿Sí cree que este compromiso es serio?

Totalmente. Pero ahora depende del Ejecutivo, del nuevo, es que fueron dos años de trabajo, casi tres, con la participación, como facilitador, de las Naciones Unidas, con el apoyo del grupo de apoyo Francia, México y España, y está aquí, a la disposición del Gobierno, de la Asamblea, para ser utilizado. Todavía no he visto señales del Gobierno, del nuevo Ejecutivo que quiera continuar este proceso, esperamos, pensamos que es útil para El Salvador, es que es un trabajo que se hizo, hay que utilizarlo, continuarlo. No todas, no sé si son 180 propuestas, no sé si todas deben ser de aplicación inmediata, pero al menos bastante de ellas.

 

¿Qué avances en la institucionalidad democrática ha visto en el país respecto a toda Centroamérica?

Yo creo que El Salvador ha demostrado rotundamente varias veces la fuerza de sus instituciones a través de elecciones libres, totalmente transparentes, justas, en campañas electorales observadas, analizadas por instituciones nacionales, la OEA, la UE y eso es un avance importante. También hubo avances en estos últimos años en la lucha en contra de la corrupción sin Cicies, sin Cicig, sin MACCIH, y eso es importante, la Fiscalía pudo lograr importantes avances en la lucha en contra de la corrupción. No es poco tener a un presidente en la cárcel, un otro procesado en Nicaragua, pero avanzó la institucionalidad en este tema. Es un tema importante para nuestros pueblos, para Europa, igual, no se puede más tolerar responsables políticos corruptos y después faltan hospitales, carreteras, medicinas.

Hay que hacer esfuerzo en la transparencia bancaria, la lucha en contra de la evasión fiscal y es uno de los temas en los que hay que avanzar más. Hay paraísos fiscales en la región, evasión fiscal en la región; en El Salvador pero en todos los países, hay una gran intolerancia al impuesto por razones históricas, pero eso es un problema porque un Estado sin recetas tiene poco para invertir en infraestructuras. La verdad es que, en nuestra visión, si hablamos de la tasa fiscal, es poco. El Salvador es un poco más que algunos de sus vecinos, pero es poco y probablemente insuficiente para tener políticas sociales y redistributivas ambiciosas, no se puede, un Gobierno que no tiene plata no puede tener política social eficiente y ambiciosas.Pero también a mi juicio me parece totalmente anormal que el país sea uno de los tres o cuatro en el mundo donde no hay impuesto predial.

Entonces vinieron misiones del FMI, BM, e hicieron algunas propuestas, hay la vía fácil y la vía difícil, la vía fácil es aumentar el IVA, pero es un golpe a cada uno, y hay la vía difícil, que es reformar el tema de impuestos. Hay casas que valen millones de dólares y no se paga ningún impuesto. El Estado necesita plata para invertir.

 

La oposición ha dicho que desincentiva la inversión.

No es verdad, al contrario, puede incentivar la inversión. Por eso hay tasas de impuestos diferenciadas pero un impuesto predial sobre la propiedad privada no veo cómo desincentivaría la inversión, puede perfectamente empezar con un impuesto predial sobre casas secundarias, por ejemplo, y exonerar las empresas o las oficinas, y hacer pagar a las personas que tienen casas de campo.

 

No es rentable electoralmente eso.

No, pero el Estado necesita plata para invertir porque hay necesidades y en algunos sectores yo pienso que la inversión privada no es la mejor, cuando hablamos de agua, cuando hablamos de saneamiento, hablamos de bienes públicos y concesiones funciona muchas veces en algunos temas, etcétera, pero muchas veces tampoco funciona bien y, al final, el costo para el Estado, para los usuarios o ciudadanos es mucho más alto que una inversión directa del Estado. Pero para tener posibilidad de tener inversión directa el Estado tiene que tener disponibilidad y no la tiene.

 

¿Qué es lo más urgente que debe cambiar el Gobierno en el país?

El tema de seguridad efectivamente y fue el tema más urgente que escogió el Gobierno porque toca la vida de cada uno de los salvadoreños de una forma u otra, pienso también que el Gobierno tiene que, pero se necesita un poco de tiempo, analizar bien el estado de las administraciones, de las empresas públicas y definir en qué dirección quieres ir porque eso es importante. También, hay un tema que va a ligar muy rápidamente y es la preparación del presupuesto para el año 2020; en Francia se dice que el debate presupuestario es siempre el más importante porque es el que define las prioridades del Gobierno, es que a través del presupuesto puedes ver más allá de los discursos y de los anuncios, creo que en materia de relación internacional ya se hizo unos esclarecimientos en los últimos días que a mi juicio van en la buena dirección.

Yo soy a la vez curioso de ver cuál será el rumbo de este Gobierno porque ha sido una campaña electoral por parte del presidente Bukele original, diferente de las campañas tradicionales, una victoria contundente, una comunicación moderna, que puede chocar a veces cuando uno no está habituado a este tipo de comunicación política, pero al mismo tiempo soy súper curioso de ver qué es lo que va a suceder.

Cualquier acción pública necesita un poco de tiempo. En Francia acostumbramos de decir los 100 días. Yo pienso que en septiembre o a finales de septiembre tendremos indicaciones claras de por dónde va el Gobierno. Por lo que corresponde a Francia va a llegar el nuevo embajador. Tenemos un trabajo positivo por delante, nos concentramos con sectores, no van a cambiar las prioridades, yo ya vi las nuevas administraciones en Anda, CEPA, tenemos contactos positivos y buenos, con la voluntad de continuar trabajando con El Salvador.

Es que, a veces yo digo que es súper fácil ser embajador de El Salvador, no fácil por fácil, sino fácil porque no tenemos problemas bilaterales entre esos dos países, no hay acuerdos rotos. Hay un interés por parte de este Gobierno en trabajar más con Europa y entiendo que El Salvador necesita equilibrio en su política exterior. Compartimos una visión bastante similar de la necesidad de un multiculturalismo fuerte pero renovado y modernizado. El sistema muchas veces ha fallado y no supo responder a las necesidades, pero yo pienso que los países que escogen la vía unipolar están en mala dirección.

Es que los problemas a los cuales estamos enfrentados, migraciones, violencia, criminalidad transnacional, regulación del internet, lucha contra el cambio climático, la evasión fiscal internacional, el terrorismo, son problemas a los cuales ningún país tiene respuesta y, si no hay una respuesta multilateral, entonces las respuestas son siempre impuestas por el más fuerte, es una ley de la selva donde el más fuerte puede imponer a los otros su propia visión y su dirección.

Nosotros, en Francia como Unión Europea y con El Salvador, estamos en la misma línea, es importante el compromiso de El Salvador y la voz de El Salvador, porque es un país comprometido con las Naciones Unidas, con las operaciones de mantenimiento de paz, la voz de El Salvador cuenta y la voz de El Salvador va a ser más fuerte dependiendo de si el país está más fuerte adentro y más próspero.

El Salvador tiene un peso probablemente mayor de lo que piensan los salvadoreños en el país por ser una democracia que funciona, por ser una democracia con transiciones, por ser un país con instituciones fuertes, por tener una posición diplomática bastante equilibrada, la voz de su país cuenta y la necesitamos, pero será aun más fuerte si su país crece con equidad, responsabilidad y justicia.

 

En el tema del multilateralismo, ¿cómo se conjuga esta necesidad con la realidad de El Salvador que es un aliado político fuerte con los Estados Unidos?

Sí, nosotros también, somos aliados con los Estados Unidos porque compartimos valores, pero ser aliado no significa ser un vasallo o siempre aceptar todo, la vida internacional está hecha por negociaciones por compromisos, la única cosa sobre la cual no se puede negociar son valores, los derechos humanos y claro, El Salvador tiene muchas relaciones con los Estados Unidos por razones evidentes y naturales, que es normal, pero también tiene relaciones con la Unión Europea, son fuertes, al final tenemos una misma cultura, una misma lengua y una comprensión que facilita el entendimiento hasta con otros países.

También creo que confirmar que las relaciones con China ha sido una buena decisión, hablamos de la segunda potencia económica del planeta, la población número uno, hay que tener relaciones con China.

Estados Unidos tiene relaciones con China también. El Salvador tiene una participación activa, en operaciones de mantenimiento de paz, está involucrado en varias organizaciones internacionales, Estados Unidos se retiró de la Unesco, El Salvador todavía se queda en la Unesco. Hay alianza con autonomía también. Y creo que, porque El Salvador tiene esta relación natural fuerte y que trae muchas cosas positivas con Estados Unidos, necesita aún más equilibrar sus relaciones con otros aliados que tiene y pienso que uno de los polos privilegiados de esta relación es la Unión Europea, con lo cual se firmó un acuerdo de asociación y hay que aprovecharlo más. Los empresarios salvadoreños no han aprovechado este acuerdo, no hay aumentado significativamente sus exportaciones a Europa y deberían hacerlo, abrimos las puertas, al final, somos el mayor mercado mundial.

 

¿Por qué cree que no han aprovechado esta relación?

Por falta de iniciativas en algunos casos, falta de preparación, tal vez un poco de miedo también porque no es fácil ganar estos espacios de exportación y por eso la Unión Europea tiene mercados regionales para explicar, para capacitar a empresarios, pymes, para exportar a la Unión Europea, pero estoy optimista, eso va aumentar poco a poco en los próximos años.

 

Sobre el tema de la Ley de Reconciliación que se está preparando en la Asamblea Legislativa, ¿cómo debe ser el enfoque de los diputados, ya que hay dos intereses: uno es no abrir heridas y otros clamar justicia y que esta justicia incluya la posibilidad de prisión?

Es un tema complicado, doloroso todavía, después de casi 30 años de los Acuerdos de Paz, yo pienso que la Corte anuló la Ley de Amnistía, entonces, la Asamblea tiene la obligación de adoptar una nueva ley. Es complicado, no hay buena solución, nunca hubo, en ningún país, Argentina, El Salvador, Chile, Francia con la guerra de Argelia, años y décadas después, hay problemas que vuelven, pero sí en algunos casos de crímenes de lesa humanidad hay una responsabilidad del Estado, no del Gobierno, del Estado y de las instituciones militares, de justicia, de lograr avances, es que hay demasiadas víctimas, demasiados sufrimientos para decir olvidamos todo, no se puede.

No hay un camino único, hay que inventarlo teniendo en cuenta todos los intereses pero escuchando a las víctimas, siempre hay que tener las víctimas como prioridades porque yo pienso que la violencia de ayer y el silencio sobre los crímenes de ayer inciden sobre la violencia de hoy. Y fue un periodo difícil para el país, probablemente es aún más difícil porque todavía hay testimonios, actores de esta época, pero es justamente porque todavía hay testimonios y actores de esta época hay que trabajar.

La Asamblea tiene dos años, lograron más tiempo y era necesario. Pero hay que avanzar y creo que el Presidente ha dado señales que el Ejecutivo está queriendo tomar en cuenta de esta dimensión una política nacional.

Hay que hacerlo porque ya la gran mayoría de los salvadoreños jóvenes no saben lo que sucedió y un país que olvida, nunca es bueno olvidar su historia. Es importante tener esa catarsis judicial para no olvidar porque cuando se olvida se puede repetir.



¿Cómo ve la situación de Centroamérica y los avances de la integración centroamericana?, ¿pueden afectar las crisis internas?

Sí, nosotros somos grandes apoyadores de la integración regional, creo que es importante, creo que es importante porque los países de Centroamérica son países pequeños pero es complicado por varias razones. La primera es institucional, las decisiones se toman por unanimidad dentro del Sica (Sistema de Integración Centroamericana) y eso no ayuda y la Unión Europea logró grandes avances cuando abandonó el tema de la unanimidad. También es complicado porque hay divergencias políticas algunos Estados, procesos electorales también.

Pero creo que no hay otro futuro para Centroamérica que avanzar en la integración.

El Salvador es un país que tiene puntos positivos para atraer a las empresas, poca inflación, dolarización, pero es un mercado pequeño, es aún más fácil y atractivo para las empresas instalarse en El Salvador, cuando yo como embajador presento a El Salvador como parte de un mercado mayor que es el mercado centroamericano o al menos el mercado del triángulo norte con la Unión Aduanera y eso es fundamental para atraer inversiones.

Más facilidades para exportadores, para importadores, políticas públicas, el cambio climático, el corredor seco no es de El Salvador sino centroamericano, políticas agrarias, tienen que ser políticas regionales y por eso la Unión Europea tiene programas de cooperación fuertes a nivel regional, seguridad, lucha contra el crimen organizado, etcétera.

Usted me preguntaba como combina esa relación privilegiada con Estados Unidos con otras alianzas, la integración regional es una de ellas.

Depender de un solo aliado en materia económica, por eso hay que crear de manera voluntaria otros polos de integración económica, social, para depender menos de Estados Unidos, en el caso de El Salvador y ser más fuerte como región pero también como país dentro de la región, pero eso necesita voluntad política más que todo, firme, visión estratégica, también, porque todas las decisiones se toman por unanimidad y eso es complicado y fue súper complicado en la Unión Europea y hubo avances porque se implementó una política de menos pasos temáticos y se abandonó la unanimidad en algunos sectores temáticos.

Cuando tú creas una política integrada en el sector determinado, poco a poco y naturalmente aparece la necesidad de otras políticas integradas en otros sectores que tienen relación con el primero, eso es lo que vemos ahora con la moneda única, con el Euro, aparece la necesidad, y eso genera un debate fuerte en Europa, de un presupuesto integrado o de una política fiscal integrada para que los países no hagan competencia fiscal para atraer inversiones.

El gran error sería de no avanzar en la integración por miedo a perder soberanía, yo pienso que, al contrario, ustedes como país pierden su soberanía quedando solo con su propia dependencia. Cuando usted no tiene petróleo, cuando usted no tiene recursos naturales, cuando usted tiene una moneda extranjera, la dependencias fuerte y, para disminuir esta dependencia, la mayor vía es acuerdos políticos con otro grupo de naciones y la integración regional; son las dos vías para que el país pueda ser más fuerte a pesar de sus limitaciones naturales.

 

¿Qué mensaje cree que deberían de dar los gobiernos de Centroamérica en este tema?

Para la integración es que no funciona cuando no se toma en cuenta la gente, hay que desarrollar ejemplos que tocan la vida de la gente directamente en sus vidas, con inversiones visibles, con avances que facilitan los intercambios. Ya existen cosas, la política migratoria, no se necesita visa para ir a Guatemala, los pasaportes, pero la integración no puede ser una cosa de los presidentes y muy afuera de la vida cotidiana de la gente, no se ve mucho los resultados de esta integración en la vida, en los campos, en la ciudad, de provincia, porque el Sica tiene limitaciones presupuestarias y el secretario general es eficiente pero también depende de los gobiernos para lograr los avances que quiere negociar.

 

¿Cómo ha sido su experiencia en El Salvador personalmente, qué le ha gustado más?

A nivel personal fueron cuatro años intensos, ha sido mi primer puesto como embajador, entonces, muy animado, queriendo lograr avances grandes, inmediatamente me gustó el calor de la recepción. Los salvadoreños son súper abiertos, curiosos hacia los extranjeros, les gusta lo francés y siempre he tenidos una muy buena recepción a todos los niveles del Estado, del Gobierno, eso no significa que siempre estamos de acuerdo, pero al menos nos encontramos, hablamos, negociamos, etc., y yo pase cuatro años aquí con mi esposa, con mis hijos, ellos estudiaron aquí, aprendieron español y a nivel familiar ha sido una experiencia increíble, es que aquí hay paisajes, desde el mismo día puede subir un volcán, ir a la playa o al puerto a comprar pescado fresco, etcétera. Fue una experiencia rica, agradable, intensa y es un poco difícil partir pero dejamos amigos aquí y volveremos.

 

¿Qué es lo que más va a extrañar de El Salvador?

Mi jardín con los pájaros, me gusta en las mañanas, no el ruido de las discotecas en las calles un poco más abajo. Seriamente, lo que voy a extrañar de El Salvador a nivel profesional es la facilidad en el sentido positivo por la cual tenemos como embajador, como diplomático, acceso a los órganos del Gobierno y del Estado, por ser este país pequeño, pero con la tradición de apertura hacia el mundo, ustedes tienen interés en los extranjeros, lo que piensan, lo que quieren, viajan mucho los salvadoreños y eso ayuda. Hay países de la región donde es súper complicado hablar con miembros del Gobierno o un director de empresa, aquí no y eso facilita el trabajo de una manera increíble. Hay países donde un diplomático no cuenta, aquí no, la gente quiere trabajar con usted, sabe que usted viene para ayudar, para negociar cosas buenas para ambos lados, pero también para el país.

 

¿Cuál es su posición sobre la situación de las mujeres y sobre su participación en la marcha del orgullo gay?

Yo marché el 8 de marzo, la semana pasada en la marcha del orgullo, recibí reacciones poco negativas en Twitter, pero quiero aclarar que yo marché a favor de la libertad y la tolerancia y creo que se necesita para El Salvador avanzar para desinvisibilizar la violencia contra de las mujeres. Probablemente la violencia doméstica, la violencia contra las mujeres no tiene esta misma consecuencia (sobre los inversionistas) pero es tan grave, tan complicada y yo pienso que eso es uno de los problemas sobre el cual El Salvador como sociedad tiene que trabajar. No es normal que jóvenes, mujeres, niñas, sean condenadas a 30 o 40 años de cárcel por problema obstétricos, abortos espontáneos, eso es una vergüenza para el sistema judicial que en estos casos no ha funcionado bien, no es normal que El Salvador sea un país con el mayor número de feminicidios en América Central y uno de los mayores en América Latina y por eso la Unión Europea con Naciones Unidas está invirtiendo para luchar contra feminicidios y violencia de género. Hay soluciones, educación, trabajo especial de la Fiscalía, de la Policía, ya se hicieron cosas, disminuyó el número de feminicidios en los dos últimos años, pero todavía hay que avanzar. El tema de equidad de género, derecho de mujer, no es un tema propio de El Salvador, en Francia también tenemos dificultades y el Gobierno del presidente Macron hizo de este tema un tema de prioridad política.

Eso toca tradiciones, culturas y es difícil pero es necesario porque no hay otra manera de avanzar. En el caso de El Salvador es aún es más prioritario porque se ve que la tasa de empleo de mujer está baja, la tasa de educación es más baja, la tasa de deserción escolar está mucho más alta en el caso de las mujeres y que no priorizar esas políticas de género sería dejar una hipoteca sobre el futuro del desarrollo del país.

 

La reacción que tuvieron en redes por su participación en la marcha del orgullo, ¿qué sensación le dio, hay poca tolerancia de ciertos grupos?

Sí, pero yo pienso que no hay demasiada importancia en las reacciones negativas de las redes sociales, yo tengo una política de nunca bloquear a alguien, está la opción de no ver. Me molesto porque fueron reacciones insultas, a nadie le gusta ser insultado, pero fueron bastante minoritarias y eso justamente de las acciones públicas. Eso demostró que hizo bien ir, marchar porque a través de la presencia de diplomáticos se permitió visibilizar un poco más esta marcha y esa era la idea, es una lucha de los salvadoreños para sus propios derechos.