Para lograr ser más productivas y rentables, las empresas tienen que saber jugar adecuadamente todas sus oportunidades. Para ello deben intentar, por supuesto, sacar el máximo rendimiento a sus recursos tecnológicos e infraestructuras, gestionar adecuadamente el proceso productivo, aplicar métodos de mejora continua, modernizarse en la medida de lo posible, innovar y crear valor añadido. Alcanzar estas metas ya no es sólo un objetivo deseable, sino muchas veces un salvavidas que permita la propia supervivencia de la organización en un entorno cada vez más complicado.

Milton Glaser es un ilustrador y diseñador conocido por sus diseños para discos y libros. Su presencia e impacto en la profesión publicitaria a nivel internacional es incuestionable. Su estilo es reconocido por estar lleno de eclecticismo y por mantener un lenguaje visual, creativo y conceptual. Dos de sus obras más reconocidas son la creación del logo de DC Comics y la creación en 1981 del conocido símbolo para la campaña I Love New York. Ha creado más de 300 carteles entre los que se encuentra el famoso de Bob Dylan, un símbolo de los años 60.

Milton Glaser nos presenta las reglas o consejos para tener un buen desempeño en el área de trabajo para los diseñadores. Pero en realidad, se aplican a cualquiera que se desempeñe en el ámbito publicitario, e incluso a la vida misma. Estas reglas han sido debidamente tropicalizadas para que sean comprendidas y puestas en marcha por todos los ejes disruptivos.

  • Si te caen bien, ¡trabaja con ellos! Los trabajos más importantes y significativos que se guardan en la memoria, se hacen porque tienes una relación afectuosa con el cliente/co-worker.

  • Evita lo tóxico en todo momento. El consejo de Glaser es hacer un test con aquellas personas que tienen intenciones o personalidades cuestionables. Si después de pasar un tiempo con esa persona te sientes más cansado, entonces, ¡has sido envenenado! Si, en cambio, te sientes con más energía, has sido nutrido. El diseñador afirma que el test es casi infalible, y sugiere que lo usemos durante el resto de nuestras vidas.

  • ¡Atrévete a más! Para aquellos que trabajan en creatividad, la cualidad a cultivar es la transgresión. (Definición de no seguir siempre las leyes y normas establecidas, salir de lo común). El profesionalismo o moral no lo permite porque la transgresión debe incluir la posibilidad del fracaso, y si eres profesional tu instinto te lleva a repetir lo que ha sido exitoso, en lugar de arriesgarte a fallar.

  • Menos puede ser más. Glaser propone una alternativa a esta máxima: “Lo suficiente es más”. Busca siempre dar más de lo que puedes, si llegas al punto en el que puedes decir “di lo suficiente”, entonces ese es el más.

  • Evitemos las cosas aburridas. La moda, sus cambios y evoluciones, siempre están relacionados con factores económicos, dice Glaser, y la fatiga, el aburrimiento y el convencionalismo, aparecen cuando la gente ve lo mismo muchas veces y con demasiada frecuencia.

  • Haga de su cerebro una herramienta. “El cerebro es el órgano más receptivo del cuerpo. Pensar cambia nuestra vida y nuestro comportamiento. Creo que dibujar funciona del mismo modo, y también te hace más atento. Hace que prestes atención a lo que estás viendo, lo que no es fácil”.

  • La duda es mejor que la certeza. “Una de las señales de un ego dañado es la certeza absoluta. Las escuelas alientan la idea de no negociar y defender tu trabajo a toda costa. Bueno, el tema con el trabajo es que habitualmente consiste en negociar. Idealmente, es deseable adaptarse para hacer que todos ganen”.

  • Chill out! “No importa lo que pienses; no importa si llegas temprano o tarde, si estás aquí o allí, si lo dijiste o no, si eres inteligente o estúpido, si tu cabello lucía bien ese día o no, si tu jefe te mira raro o si tú lo miras raro. Si no consigues ese ascenso o ese premio o esa casa, o si los consigues… No importa”. No te estreses con las situaciones. Si es tuyo lo será y si no, viene algo mejor.

  • Di la verdad. No temas a decir lo que piensas, a hablar con claridad, a darle tu opinión o recomendación a los clientes o tus compañeros. Si hablas, ¡serás escuchado!

  • Felicidad y satisfacción. En definitiva, la motivación de los empleados, la potenciación de la comunicación, la mejora del ambiente laboral no tiene otro sentido que conseguir que los empleados sean, sencilla y llanamente, más felices. Porque la felicidad y la satisfacción son las formas más efectivas de crear sinergias positivas que, sin duda, van a redundar en empresas más eficaces y productivas.