Los surcoreanos visitaron un parque de diversiones en Seúl siguiendo reglas relajadas de distanciamiento social, algunos usando máscaras y controlando su temperatura en la entrada.

Si bien los parques no estaban cerrados, pocos se habían aventurado visitarlos durante el brote.

Poco a poco, los negocios comienzan a abrir pese a que la pandemia aún continúa