Las tres propuestas presentadas hace unos días por del Tribunal Supremo Electoral a la Asamblea Legislativa, buscan garantizar la adquisición de nuevas tecnologías que hagan más ágil y confiable el escrutinio electoral que ya está en ciernes.

Las variantes tienen como denominador común la lectura por medio de scaners de las papeletas de votación, de manera que la autoridad electoral conozca el tiempo real, el número de votos que los electores han depositado en las urnas.

Con lo anterior se estaría eliminando esa larga fase de escrutinio preliminar, que en ocasiones ya se ha prolongado hasta por 24 horas, manteniendo en vilo a la sociedad salvadoreña.

No cabe duda que la tecnología es un recurso necesario para agilizar estos procesos, en particular cuando de contar votos cruzados se refiere.

Sin embargo, los verdaderos “contadores de votos” tienen que seguir siendo los ciudadanos, ya que éstos y no las máquinas, son los que deben y pueden controlar a los partidos políticos y, por lo tanto, los resultados electorales. Recordemos que Venezuela tiene tecnología pero para legalizar los fraudes electorales del chavismo.

Tecnología electoral de avanzada y una verdadera técnica ciudadana de escrutinio cívico, son procesos que van de la mano en una sociedad democrática.