Nadie sabe dónde irá a parar Arena. A veces pareciera una caja de silbadores que a la hora de explotar sale cada uno sin dirección, provocando desconcierto y muchas dudas.

Después de tres derrotas electorales consecutivas en comicios presidenciales, Arena debe tener claro que no puede seguir haciendo lo mismo y obtener resultados diferentes. Para empezar, debe replantearse qué es Arena. Concebida como una alianza de grupos anticomunistas en los años 80, esa es una realidad casi superada. ¿Cuál es la ideología de Arena hoy? En esa caja de silbadores aparecen liberales, conservadores, algunos buenos profesionales con visión de futuro, anarquistas, nostálgicos de los 80, ecologistas, narcisistas, diputadas-modelos-influencers, etc.

Pero ¿qué son? El Patria sí, comunismo no ya ha quedado desfasado y “El Salvador será la tumba donde los rojos terminarán”, suena a un estribillo del pasado. De la forma que el FMLN ha salido derrotado, es difícil que las nuevas generaciones se sientan identificadas con esos lemas.

Uno de los problemas que tuvieron en la campaña, fue que los tricolores y los rojos se parecían mucho en sus métodos. ¿Qué van a hacer ahora para diferenciarse? El nuevo Coena que resulte electo puede terminar con las camisas de fuerza de la Comisión Política y de algunos fundadores que amarran cualquier decisión al pasado. ¿Ven? En eso se parecen mucho con el FMLN, que ha amarrado a Ortiz para entregarle la dirección formal pero no la real. Eso no puede ser.

Yo no sé qué hará Arena pero creo que debería aclarar sus nubarrones, empezando por una definición clara de su ideario, de cara al futuro, no hacia el pasado, incluso renunciando a símbolos desfasados y hasta penosos para las nuevas generaciones. ¿Tendrán la valentía de hacerlo? Tengo mis dudas, sus desafíos son muchísimos.